A punto de poner al fin los pies sobre la que será mi ciudad de acogida los próximos meses, os voy a contar las 7 razones que me llevaron a elegir esta ciudad belga sobre las variadas opciones que se extendían ante mí en el momento de la elección de mi destino Erasmus.
Suecia, Polonia, Portugal… es cierto que otros destinos se me pasaron por la cabeza en algún momento, pero la desconocida Amberes me atrajo como un imán desde el principio. Y al tomar finalmente la decisión y empezar a indagar más profundamente me di cuenta de que no me equivocaba: Amberes es la ciudad perfecta para mí, y os voy a decir por qué.
– Por su situación estratégica en Europa. Estando tan cerca de Bruselas, la capital europea, puedes encontrar vuelos muy baratos desde allí a lo largo de todo el año. Tus amigos y familiares no tendrán excusa para no hacerte una visita, y si eres de esas personas que no puede parar de viajar, ni siquiera cuando está de erasmus… has encontrado el paraíso.
– Es una ciudad muy cómoda para vivir. Por su tamaño, ya que no es demasiado grande pero tampoco pequeña, las distancias se hacen muy asequibles y no dependes del transporte público. Puedes ir andando, ¡o moverte en bicicleta como un auténtico amberino! Una ciudad de cuento, con las comodidades de una ciudad grande.
– Si te gustan los idiomas, puedes aprovechar para aprender un idioma nuevo, el neerlandés (la universidad ofrece cursos de iniciación, para que sea más fácil). Si solo te defiendes con el inglés, y a medias, también estás de suerte: no tendrás problemas para comunicarte allí. Y si quieres practicar el francés que aprendiste en el colegio y no has tocado desde entonces solo tienes que acercarte a Bruselas. ¡Aquí hay opciones para todos!
– Es una ciudad llena de vida, en la que siempre pasan cosas: mercadillos, ferias, eventos, festivales, un gran ambiente nocturno… En Amberes es imposible aburrirte, incluso si eres un culo inquieto.
– Por su arquitectura. Aquí puedes apreciar desde la típica estampa de casitas de las plazas de Flandes hasta los más modernos edificios, sin olvidar, por supuesto, las pinceladas de Art Nouveau. ¿Te suena Zaha Hadid? En la zona portuaria encontrarás uno de sus últimos edificios.
– Ciudad del diseño y la moda. El cuidado del diseño es algo que los amberinos tienen interiorizado, y se nota en cada calle, en cada escaparate, en cada cafetería que te invita a acercarte. Hay tiendas con artículos de lo más originales, perfectas para llevarte un recuerdo diferente de Flandes.
– Por la cerveza, el chocolate y los gofres. Sí, este es el tópico belga por excelencia, pero tenía que incluirlo. No necesita explicación, ¿verdad? Mi primera parada, The smallest waffle shop, en plena calle Meir.
En definitiva, una ciudad llena de vida en la que el equilibrio entre cultura, situación y ambiente hace de ella un destino ideal para vivir, o al menos visitarla.
Tanto si, como yo, vas a vivir en Amberes este año y quieres estar al tanto de todo lo que esta ciudad tiene que ofrecer, como si estás buscando destino para tu Erasmus el próximo curso y aún no te he convencido, quédate por aquí. ¡Esto acaba de empezar!