¿Cuánto chocolate diríais que comen los belgas? ¡Algo más de 8 kg al año! Deberíamos dar las gracias a Hernán Cortés por acercarnos este gran descubrimiento. Pero quien sí ha sabido agradecerlo muy bien es Bélgica, pues cuenta con uno de los mejores chocolates del mundo. Paseando por el centro de Bruselas, me he encontrado con “Planète Chocolat”, una chocolatería que ya llama la atención solo por su escaparate. Organiza demostraciones de chocolate todos los sábados y domingos a las 16h, explicando la historia del mismo, desde la época de los Mayas hasta la actualidad, y su elaborada fabricación. Y todo ello comenzando con un rico chocolate a la taza casero.
¿De dónde sale el chocolate? Primero, los agricultores cultivan el cacao y seleccionan habas de primera calidad. El cacao se recolecta y se deja secar. Después, las habas se recogen en cajas y se cubren con hojas de platanera. Cuando las habas se vuelven de color marrón oscuro, se tuestan y se trituran hasta que se produce una masa líquida de cacao. Entonces, esta se combina con los otros tres ingredientes básicos: manteca de cacao, azúcar y leche. Así se consiguen los distintos tipos de chocolate.
El encantador maestro chocolatero preguntó si el chocolate blanco es realmente chocolate. ¿Qué creéis? Por una parte, sí es chocolate ya que, además de polvo de leche y azúcar, se usa manteca de cacao. Pero por otra parte no, puesto que no cuenta con la pasta de cacao, la cual sí incluyen el chocolate negro y con leche. El chocolatero dijo que el chocolate belga es exclusivo por distintas razones: 1. El savoir-faire belga 2. Importantes relaciones con las colonias, como el Congo, que facilitan la producción de chocolate con habas de cacao de alta calidad. 3. La utilización de un ingrediente clave: el azúcar. Se dice que en Bélgica se hace el mejor azúcar del mundo 4. La preparación de bombones con la clásica receta de un 100% de manteca de cacao y tras una trabajada molienda: esto hace que no se sienta una sensación granulosa en la boca cuando el chocolate se funde en la lengua 5. Existencia de unos cien variedades de bombones 6. El famoso praliné belga, inventado por Neuhaus, es un bombón que cuenta con una gran variedad de rellenos cubiertos por una fina capa de chocolate
Si queréis descubrir vosotros mismos el maravilloso mundo de bombones belgas, acercaros a Rue du Lombard 24, entre el Manneken Pis y la Grand Place. ¡Es un must en vuestra visita a Bruselas!