En relación con el evento cultural «Maestros Flamencos« llevado a cabo por la región de Flandes, con final en el 2020 (el cuál ya hemos presentado en entradas anteriores), y tras mencionar a artistas tan importantes dentro del panorama internacional como Pieter Bruegel «El Viejo», Pedro Pablo Rubens o los hermanos Van Eyck, hoy os traemos a otro de los grandes: Anton Van Dyck.
Anton Van Dyck nació en 1599 en la ciudad de Amberes. Hijo de un acomodado mercader, empezó a deslumbrar en el mundo de la pintura a una temprana edad. ¡Con sólo 16 años abrió su propio taller, junto con su joven amigo Jan Bruegel «El joven», hijo de Pieter Bruegel «El Viejo»! Esto significaba ser un pintor independiente, con el consecuente reconocimiento social que esto involucraba. Este joven talento llegó a oídos de Pedro Pablo Rubens, que lo adoptó como discípulo y asistente, consolidándose una fuerte amistad. Es en esta época cuando Anton Van Dyck empezó a refinar su arte en el género del retrato. Es, junto con Velázquez, unos de los retratistas más importantes del barroco, dejando huella en artistas sucesivos. Podríamos decir que fue uno de los inventores del «selfie»…
Con Rubens como padrino artístico, Van Dyck ingresó en el famoso Gremio de San Lucas de Amberes, lugar reservado para los mejores artistas de la región. Tras sus viajes a Inglaterra e Italia, donde perfeccionó su técnica, su fama internacional aumentó de tal manera que fue llamado por Carlos I, rey de Inglaterra, uno de los grandes mecenas de la época. Tal fue su repercusión entre la corte inglesa que se le reconoció con el título de Pintor Principal, título que luego recaería en artistas posteriores. Es en Inglaterra donde se registra su mayor actividad pictórica. Tal y como pasó con Pablo Rubens, muchas de sus obras no le son reconocidas íntegramente, pues solo a través de la ayuda de alumnos y asistentes se concibe una producción tan extensa.
Murió en 1641, en la ciudad de Londres. Su buen hacer y su influencia sobre la pintura inglesa le valió este reconocimiento para la posteridad. Aunque la mayoría de sus cuadros pertenecen hoy en día a museos extranjeros, es posible visitar algunas de sus obras en Flandes, concretamente en el Museo Real De Bellas Artes de Bruselas y el Museo Real De Bellas Artes De Amberes.
Por tanto, y en resumen, aunque también son célebres muchos cuadros de temática bíblica y religiosa, «Sir» Anton Van Dyck fue un revolucionario en el género del retrato. Es por eso que hoy es también considerado como uno de los Maestros Flamencos más importantes.
¡Seguimos!
Me llamo José Pablo Tirado, soy de un pequeño pueblo de Jaén, Mancha Real, y en estos momentos, mi ERASMUS ha llegado a su fin. Hablo concretamente de mi erasmus académico, porque el sentimiento de esta experiencia te acompaña toda la vida. Sin embargo, no todavía me despido de esta ciudad, mi ciudad, Bruselas.
Hace aproximadamente un año opté por intentar involucrarme en este proyecto: ErasmusEnFlandes. Tras un tiempo, me comunicaron que había sido seleccionado para ser corresponsal durante los meses de verano (Julio y Agosto), junto con mi compañera, Lucía. Al principio, uno no sabe que pensar. Las dudas, el idioma, la residencia, los estudios, las convalidaciones, el miedo a volar, el miedo a cambiar… Un sinfín de cosas que hacen a uno estremecerse. ¡Para añadir encima otra «tarea» más! ¡Ya no sabes que pensar!
Calma. Respira. Mira todo lo que has superado, mira todo lo que has conseguido. Da un paso hacia delante y salta. Salta hacia esta experiencia.
Tras un año de experiencias mágicas, el verano llega. Es entonces cuando mi papel en ErasmusEnFlandes comienza. Hoy publico mi primer post. Durante estos dos meses, iremos juntos de la mano para aprender, valorar, experimentar, sentir y disfrutar de lo que es pasar un verano en esta maravillosa región. A través de este blog podréis seguir en primera persona las actividades y eventos culturales, gastronómicos, deportivos, musicales, etc. Os animo a estar actualizados y seguir el blog periódicamente: si algo tiene la región de Flandes y Bruselas, es la SORPRESA. Solo basta salir a la calle, no importa a qué hora del día, para encontrarse con un escenario cerca de la Bolsa, una actuación en la mismísima Grand Place, o puestos de comida ambulantes (FoodTruck) en el centro de Mont Des Arts.