Si ya vivís en Amberes, seguramente ya os habréis topado con la Estación Central (Antwerpen-Centraal en neerlandés), pero para los que aún están por llegar y para los que queráis conocer un poco más este emblemático monumento, hoy os hablaré un poquito de la llamada “catedral de trenes”. ¿Queréis saber por qué recibe este sobrenombre?
Como su propio nombre indica, se trata de la estación central de tren de la ciudad. ¿Hay más? Pues sí, aunque no tan famosas ni tan despampanantes como su hermana, hay otras dos estaciones de trenes en Amberes, la Estación Amberes-Zuid (Station Antwerpen-Zuid), que se encuentra en Kolonel Silvertopstraat (a las afueras de la ciudad) y la Estación Antwerpen Berchem (Burgemeester Edg Ryckaertplein, 1). Con más de un siglo de historia (fue inaugurada en 1905), Antwerpen-Centraal se encuentra en perfectas condiciones y sus detalles aún resplandecen como si el tiempo no pasase por sus cimientos. Este templo de mármol de 185 m de alto y 44 de ancho presenta una gran cúpula que cubre toda la sala de espera. Es considerada la estación ferroviaria más bonita de toda Bélgica y, además, se encuentra entre una de las más hermosas del mundo (en cuarto lugar según la revista Newsweek).
Y, como siempre, un poco de información práctica:
La estación (Koningin Astridplein, 27) cuenta con cuatro plantas: una superior y dos inferiores para la circulación de trenes mientras que la primera está destinada a la venta de billetes y recepción de viajeros. El horario de la Estación Central, muy belga como veréis, es de 05:45 a 22:00 de lunes a domingo (para más información sobre horarios y billetes haz click aquí) Es una de las visitas obligadas de Amberes y, apreciarla, no tiene precio, literalmente.
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Soy Marina y desde hoy hasta junio soy la corresponsal de este blog en la ciudad de Amberes. Estudio Lenguas Modernas, Cultura y Comunicación en inglés y alemán en la UAM . Tal vez no lo sepáis, pero tanto el inglés como el alemán tienen una hermana no tan agraciada actualmente: el neerlandés. Por lo tanto, si sabes inglés y, especialmente, alemán ya tienes mucho camino recorrido en el aprendizaje de esta lengua (con nada más y nada menos que 38 millones de hablantes). Con lo cual, aprender neerlandés resulta una oportunidad difícil de desperdiciar (la típica oferta 3×2).
Por otro lado, resulta casi imposible evitar admirar la belleza de Flandes y sus ciudades portuarias, que nos dejan estampas dignas de ilustrar postales de Navidad. Paseas por Amberes y degustas de manera gratuita infinidad de sabores y matices del arte: el arte religioso y mitológico, el arte gastronómico, el arte moderno, el arte de la aristocracia, el arte de la moda e incluso el arte industrial.