Cuando oímos hablar de la región de Flandes, una de las cosas más nombradas es la calidad y tradición de su artesanía. Son muchas las casas gremiales que pueden observarse por la ciudad (destaca, por ejemplo, la casa gremial de los albañiles, justo enfrente de la iglesia de San Nicolás), recordando la gran tradición de fabricación artesanal que caracteriza esta región.
Pero no conformándonos con esos retazos de historia, en #ErasmusGante hemos buscado varios ejemplos de artesanía que aún puede admirarse –y disfrutarse- a día de hoy.
Si eres de los que admiran el trabajo bien hecho, la elaboración tradicional y de calidad, y la magia que rodea a las viejas costumbres, Gante es tu sitio.
¡Ahí va nuestra lista!
Chocolate
No podemos empezar de otra manera. Todo el mundo habla del chocolate belga (y no es para menos, os lo aseguro). Si estáis a dieta, advertimos que es complicado resistir la tentación aquí, pues una de las cosas que no se suelen decir de la ciudad es que todas las calles del centro histórico huelen a gofre y chocolate. Si lo que estáis buscando es chocolate realmente artesanal, lo tenéis muy fácil: son muchas las tiendas de chocolates que podemos encontrar en Gante. Es común que sean tiendas familiares, pequeñas y con unos escaparates preciosos. Estad atentos al blog, pues estamos preparando una pequeña reseña de una de las mejores chocolaterías de Gante… ¡al menos, mi favorita!
Cerveza
Otro de los must de Flandes es la cerveza. Además de las amplias variedades de cervezas (podemos encontrar más de 150 tipos de cerveza en un mismo bar) en Flandes podemos encontrar multitud de cervezas artesanales. A menudo, los fabricantes no están interesados en exportar sus cervezas, ya que muchos se sienten más cómodos con un negocio pequeño y familiar, por lo que nuestra estancia aquí es una oportunidad de oro para probar estos productos. Cada ciudad suele tener su cerveza artesanal más famosa. Anteriormente, hemos hablado de la Brugse Zot, la cerveza típica de Brujas. Hoy os presentamos la cerveza Kwak (también conocida como Max), típica de Gante.
Esta cerveza se sirve en un vaso muy alargado de 1.2 litros, y no se trata de una cerveza especialmente fuerte. Eso sí, no os asustéis si os piden un zapato tras pedir la cerveza… Es una tradición dejarle al camarero un zapato como fianza (los vasos Kwak son muy valiosos y solían robarlos), que recuperaréis tras terminar la cerveza.
Bolillos
Son muchas las tiendas de souvenirs que encontramos paseando por el centro histórico, y todas ellas suelen exponer encaje de bolillo. Esto se debe a que Flandes era la principal zona de producción y exportación de encajes durante el siglo XVI. Los más conocidos eran los de Amberes y Bruselas, confeccionados con hilos de muy alta calidad. También influyó el decreto de Carlos I por el cual la labor de encaje debía pasar a formar parte de la educación de las mujeres del país.
Por ello, podemos aún hoy admirar la laboriosa confección de estas telas en cualquier tienda de souvenirs. También son muy típicos los tapices, auténticas obras de arte artesanales, y este amor por el textil se deja ver también en las numerosas tiendas de ropa artesanal y exclusiva.
Pan artesanal
¿Faltaba algo en el menú? ¡El pan! Gran parte de la magia del centro de Gante son las pequeñas panaderías que cada día se llenan de clientes buscando pan reciente, natural y artesanal. Hoy os presentamos Himschoot, la panadería más antigua de Gante, que se esconda tras el portal de una casa medieval el número 1 de la calle Groetenmarkt, muy cerca del Castillo de los Condes.
Dentro del local, encontramos más de 50 tipos de pan, que se elabora con un método completamente tradicional. La panadería ha pasado de generación en generación, y en la actualidad la dirige Carel Demeestere junto con una asociación de panaderos artesanales. Cada noche, en el sótano de esta pequeña panadería se trabaja meticulosamente en la elaboración de la masa, con harina proporcionada directamente por un molinero, y horneando en un horno de piedra.
Pan de nueces, pan de centeno, pan de granola, pan blanco, pan marrón, pan de semillas de calabaza… ¡Toda una perdición!
¿Se nos ha olvidado algo? ¡Esperamos vuestros comentarios sobre la artesanía en Gante!