¡Extra, extra! Un gigantesco T-Rex anda merodeando por las calles de Gante. Las autoridades, tras el primer contacto con el dinosaurio, consideran que no representa peligro alguno. Se piensa que, tras aproximadamente 67 millones de años, T-Odoro (bautizado así de manera popular) ha vuelto para cambiar de hábitos. Se ve que ya no le interesa la carne y que se ha vuelto vegetariano.
Y lo cierto es que nuestro nuevo amigo T-Odoro se encuentra en el lugar perfecto. Gante es una ciudad que acoge de muy buen grado la dieta vegetariana. Esto comenzó años atrás, cuando la mayor organización vegetariana de Bélgica, Ethical Vegetarian Alternatives (EVA) decidió promocionar la comida “no cárnica” en Gante. Crearon guías de restaurantes vegetarianos e incluso impulsaron la iniciativa del “Donderdag Veggiedag” o “Jueves Vegetariano”, un día en el que los colegios, universidades y varios restaurantes se centran en el nombrado tipo de comida.
Para todos aquellos que quieran compartir mesa con T-Odoro, aquí encontraréis los restaurantes a los que suele acudir.
Supongamos, por un momento, que seguís la misma dieta que T-Odoro y estáis hartos de tener que ir a restaurantes exclusivamente vegetarianos. Si este es el caso, en Gante no tendréis ningún problema en encontrar opciones sin carne en restaurantes de todo tipo. He ahí la verdadera inclusión, en la mezcla de dietas ofrecidas en un mismo local.
Supongamos, de nuevo, que al ser como T-Odoro os habéis sentido alguna vez juzgados por otras personas, que habéis recibido miradas extrañas al preguntar si hay opciones sin carne en el menú. En ese sentido, Gante tampoco va a ser un problema. En la ciudad predomina una mentalidad abierta basada en el “vive y deja vivir”. De la misma manera, si sois unos T-Rex carnívoros, T-Odoro y los demás habitantes vegetarianos de Gante os tratarán con igual aceptación.
En paralelo al tema de la comida, cabe recalcar el espíritu sostenible que tiene Gante. Comprar local y de segunda mano resulta muy fácil, el transporte sostenible está a la orden del día, la Universidad posee una Green Office que funciona verdaderamente bien, se organizan “bio markets” y el reciclaje es uno de sus puntos fuertes a nivel mundial.
Vamos, que T-Odoro está alucinado con el Siglo XXI y se siente muy afortunado de haber aterrizado en una ciudad como Gante. Parece ser que nuestro amigo ha llegado para quedarse.
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Os invito a este extraño lugar. Aunque las visitas no son frecuentes, haremos de esta ocasión la excepción que confirma la regla. Bienvenidos a mi cabeza.
Seguidme, os llevaré a un sitio muy especial. Normalmente, tras esta puerta pintada de colores, uno puede toparse con espaguetis flotantes, junglas de pingüinos o ciudades invisibles… A decir verdad, la mayoría de las veces, ni siquiera yo mismo estoy seguro de lo que me espera al girar el pomo. De todas formas, hoy podéis estar tranquilos. Hoy sí sé lo que hay al otro lado:
Al otro lado está Gante. Y sus calles adoquinadas, clones en bici, música abstracta, dinosaurios, idiomas alienígenas, hechizos y, dentro de esta normalidad, infinidad de locuras.
Lo más seguro es que si os dejase sueltos por este lugar, acabaríais majaras. Como no queremos eso, os lo voy a enseñar poco a poco, durante cinco meses.