Es uno de los símbolos más representativos de la ciudad de Bruselas. Esta estructura de 103 metros de altura fue construida para la Expo de la ciudad en 1958. Desde entonces, se ha convertido en un gran atractivo turístico conocido por todos, albergando un atípico museo en su interior con diversas exposiciones temporales y permanentes. Además desde las esferas más altas se puede divisar una bonita panorámica de la ciudad o disfrutar de una cena muy particular en su restaurante.
El Atomium representa un cristal de hierro ampliado 165 mil millones de veces y consta de 9 esferas de acero de 18 metros de diámetro. Es un sitio de obligada visita para todo turista en Bruselas, aunque veces puede dar un poco de pereza desplazarse hasta allí, pero sin duda la foto con esta estructura de fondo es uno de los suvenires que no pasarán de moda en la capital Belga.
Muy cerca del Atomium, se encuentra también el Museo del Extremo Oriente, con los unos edificios muy originales que inmediatamente te transportan a China o Japón. Estos edificios se pueden visitar y la verdad es que merece la pena acercarse hasta allí aunque sea solo por contemplar la arquitectura de estos pabellones o darse un paseo por los jardines que los rodean. En este museo se pueden ver desde armaduras de guerreros samuráis, exposiciones sobre cerámica, mascaras de todo tipo y joyería. Es una bonita visita quizá no tan conocida como el Atomium, pero si muy original. ¡Aquí os dejo algunas fotos de estos edificios!
Soy Guillermo García, el nuevo Corresponsal Erasmus durante el segundo cuatrimestre. Tengo el placer de tomar el relevo a María, quién nos ha ido contando sus experiencias desde Septiembre a hasta Febrero. Desde ahora y durante unos meses, iré relatando aquí mis aventuras, viajes y experiencias en la región Flandes. Haré todo lo posible para que las entradas os resulten atractivas, útiles y curiosas para descubrir y visitar todos los rincones de la región de Flandes.
Mi aventura en este país comenzó en Septiembre del 2011, cuando me trasladé a Bruselas para realizar mis estudios de Biología en la Vrije Universiteit Brussel dentro del programa Erasmus. Para los que acabáis de aterrizar aquí, decíos que en Bruselas hay una gran cantidad de ofertas en cuanto al alojamiento, los kots y pisos compartidos son los más populares, pero también hay varias residencias en el centro de la ciudad y en los campus universitarios. A principio del curso, tuve la oportunidad de realizar un curso intensivo de Neerlandés que me sirvió, entre otras cosas, para poder pedir en los bares, como si fuera un local (o intentarlo), y para no perderme en el metro los primeros días. Ahora, ya no me considero un recién llegado, y trataré de contaos curiosidades y todo lo que me llame la atención de las distintas ciudades que visitaré durante estos meses.