A veces, cuando uno vive fuera de España, empieza a echar de menos la comida de mamá. Aquí en Bruselas se puede encontrar algo parecido (la comida de nuestras madres nunca se puede equiparar, pero algo es algo) en varios bares de tapas. A continuación os presento tres de mis bares españoles favoritos. Hay para todos los bolsillos, y estoy segura de que ninguno de ellos os defraudará.
MUNCHY’S
Situado en Chauseé d’Ixelles 347, a un minuto andando de la Plaza de Flagey, encontraréis uno de los mejores bares de tapas de la ciudad. Está regentado por un grupo de amigos catalanes, quienes preparan una gran variedad de tapas, así como sangría o tinto de verano. Una de sus especialidades son los nachos, que aunque no es un plato español, están riquísimos. ¡Os los recomiendo! Además, cuenta con una terraza trasera bastante amplia y un ambiente inspirado en el ecléctico estilo barcelonés, con música española sonando a todas horas. Esta es su página web: http://www.munchys.be/. Sus precios no son demasiado altos para un bolsillo de estudiante.
TAPAS LOCAS
Este bar tan acogedor se encuentra cerca de la Grand Place. Su fórmula consiste en lo siguiente: hay que elegir mínimo tres tapas por persona, siendo de 4 euros el precio de cada una. Como véis, para el bolsillo de nosotros, los estudiantes, no es demasiado barato, pero la buena calidad se nota, además de la gran variedad de platos. Lo encontraréis en Rue du Marché au Charbon 74, de martes a sábado a partir de las 19h.
CENTRO CABRALIEGO
Esta taberna, de origen asturiano, sí que es el típico bar español. Yo lo describiría así: bueno, bonito y barato (y con olor a “fritanga”). Abre los viernes, sábados y domingos a partir de las 20h hasta alrededor de las 2 de la madrugada. Se suele llenar siempre así que no os extrañéis si llegáis y no encontráis sitio, a pesar de que el local es bastante grande.
Este si que es el bar perfecto para comer comida española a muy buen precio, y encima muy cerca del centro (se encuentra en Rue Haute 171, al lado del Palacio de Justicia). ¡Podréis comer hasta bocadillos de calamares! Además, la bebida también es bastante barata: las cañas cuestan un euro y los cubatas tres. Eso sí, la bebida estrella en este lugar es la sidra. Además, si no habláis inglés o francés, no os preocupéis porque todos los camareros hablan español (yo diría incluso que todos son españoles).