Bélgica es un país surrealista.
Bélgica es un país surrealista porque su plato nacional son las French Fries. Porque su capital lleva 40 años con su edificio mas grande en construcción: Bruselas ha sido planificada prácticamente al azar; los vecinos se montan los jardines en las calles y para que no parezca todo tan gris ponen flores en el afléizar de la ventana. Se dice que los flamencos, anarquistas por naturaleza, han nacido con un ladrillo en el estómago y como no se ponen de acuerdo con qué idioma hablar se inventan uno nuevo. Es un país surrealista porque quisieron prohibir las fotografias a su mayor monumento; a la vez quieren patrimonalizar un pedrusco sólo porque hace la ciudad bonita y su costa parece marte. Surrealista porque en su museo de historia no hablan de su desastrosa época colonial pero han desarrollado toda una cultura fictícia alrededor del chocolate, y, mientrastanto en su cultura aparece el pis demasiado frecuentemente.
Pero, sobretodo, Bélgica es un país surrealista por Cara Pils.