Construida sobre la planta del antiguo Convento de los Celestinos, sin duda alguna la Bibliotecta de Arenberg es un lugar que todo amante del arte y la arquitectura, de la historia, de la ciencia, y por supuesto todo estudiante, debe visitar.
Resulta ser un lugar que aúna calma y sobrecogimiento. En el interior de sus muros parece que estudiar y leer es una tarea más fácil o más placentera, y todo gracias al cuidado de sus espacios y su equilibrada relación entre el edificio antiguo y el moderno – obra del arquitecto español Rafael Moneo –, entre naturaleza y artificio.
Entre sus dones contamos la luz adecuada, la multitud de lugares de estudio, la calidad de su biblioteca, y su perfecto diálogo con el patio. Y entre sus curiosidades, hay que destacar un gran muro con la tabla periódica donde podemos observar objetos afines a cada elemento, o las ventanas tintadas de azul de una de sus salas que nos ofrecen una mirada “diferente” de Lovaina.