La Boekentoren, o torre de los libros, es la cuarta torre de Gante —junto a la Iglesia de San Nicolás, Belfry y la Catedral de San Bavón— y se le llama la “Torre de la Sabiduría”.
Fue diseñada en 1933 por el arquitecto modernista belga Henry Van de Velde con el propósito de que fuera la biblioteca de la Universiteit Gent, y esa misma función sigue cumpliendo hoy en día.
Con 24 pisos y un solo ascensor, esta torre contiene 48 kilómetros de estantes que albergan 3 millones de libros (dato del 2006, seguramente ahora aún sean más). Mide 64 metros de alto, sin embargo la impresión es de que sea mucho más dado que se encuentra en una de las zonas más altas de la ciudad —en Blandijnberg— y rodeada de edificios mucho más bajos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, esta torre fue tomada por el ejército alemán ya que desde arriba del todo se obtienen unas vistas preciosas del resto de la ciudad, aunque desafortunadamente el piso número 21, desde el cual se ve un bonito panorama y donde hay una mesa de billar, está ahora cerrado al público.
Hoy en día necesita urgentemente una restauración, pero el problema está en ¿dónde alojar tantísimos libros durante el proceso?
Consejo: Justo detrás de la torre se encuentra Het Salon, donde los estudiantes se reúnen y acuden a escribir sus trabajos de la universidad. Aquí puedes pedirte un café o un sandwich, y en la planta de arriba hay una agradable terraza.
Soy Cristina López, estudiante de último año de psicología en Barcelona y ahora corresponsal de Gante, mi ciudad destino de Erasmus. ¿Mis primeras impresiones de Gante?
Han habido muchísimas cosas aquí que me han llamado la atención, como que en ocasiones un agua te salga más cara que una cerveza, que en las terrazas de algunos restaurantes te pongan mantas por si hace frío, que en todos los lavabos haya papel (incluso en los lavabos portátiles que ponen en los festivales), que a veces tengas que pagar para ir, que duerman con almohadas cuadradas, que sólo se den un beso en la mejilla al saludarse, o su predilección por el picante, ya sea poniéndose pimienta en la sopa o tabasco en los spaghetti.
Gante es una ciudad que combina tradición y progreso. Hoy en día es considerada una ciudad de estudiantes, hay alrededor de 45000, así que eso significa que, además de su belleza y su aire medieval con multitud de construcciones y calles que visitar y recorrer, es una ciudad joven y activa, constantemente en movimiento. Siempre encuentras algo que hacer, algún evento, festival o exposición que te pueda ser de interés.
A lo largo de mi actividad en este blog os iré mostrando todo lo interesante y curioso que viva durante mi estancia Erasmus, de momento espero que esta pequeña introducción os haya picado la curiosidad para seguir visitándonos y, quién sabe, ¡quizás veniros! Así que por si eso sucede, mi primer consejo es que os alquiléis una bicicleta, no es una ciudad muy grande y se puede recorrer a pie fácilmente, ¡pero no hay nada mejor que sentirse un auténtico belga! Y mi primera advertencia si vais en bici es que tengáis mucho cuidado con las vías del tranvía, ¡y más si llueve!