Como ya sabéis, hacer deporte es importante. Aunque a veces pueda dar un poco de pereza, los beneficios tanto físicos como psíquicos que aporta la actividad física a nuestro organismo son innumerables.
Es por ello que la ciudad de Brujas para incentivar a que sus ciudadanos, aparte de comer gofres y chocolate, practicaran deporte, creó un parque gigante de unos 8,6 kilómetros de longitud que se extiende paralelamente al canal Damme, el canal que rodea la ciudad.
Este canal, está repleto de puertas de entrada que recuerdan a la típica entrada de un castillo medieval, así como torres de vigilancia que antiguamente servían para controlar si se acercaban barcos no deseados. Que tenga tantas puertas no es una casualidad, y es que, durante la Edad Media el canal Damme era la puerta de entrada a la ciudad para todos aquellos buques que querían vender sus mercancías en el famoso y gran mercado de Brujas.
Por otro lado, dentro del gigante parque se encuentra el Minnewaterpark, uno de los sitios más románticos de Brujas, situado a la orilla del lago Minnewater (lago del amor).
Recorriendo esta maravillosa ruta, también podréis encontrar una de las madrigueras de los elegantes cisnes de Brujas y una serie de molinos antiguos muy fotogénicos y poco frecuentados.
Así pues, si eres amante del deporte y quieres desconectar del agitado centro de Brujas, no te puedes perder esta ruta. ¡Haz turismo mientras practicas deporte!
Soy Núria, una catalana de veintidós años que lleva esperando su Erasmus en Flandes desde antes de empezar la carrera. Me encanta leer, escribir y hablar. Escuchar también, me encanta aprender cosas nuevas. No podría vivir sin arte. Cuando estoy triste escucho música y cuando estoy feliz también. Amo comer, supongo que el amor por la comida me viene de mi padre. En mi casa, siempre hemos sido de probar platos típicos de otras culturas, y no solo eso, de aprender a cocinarlos también.
Desde los catorce, tuve claro a qué me quería dedicar. Mi sueño era bastante específico: estudiar periodismo en Madrid. Luego, llegó el bachillerato y con ello las clases de economía. Nunca pensé que me fuera a gustar algo así, pero vaya si me gustó… La economía me generaba una curiosidad tan grande, que la puse de primera opción junto con ADE. De esta forma, en 2016, empecé un doble grado en economía y ADE. Descubrí un mundo nuevo, y fui consciente de lo importante que era la economía para ayudar a la gente. Comprendí que los economistas son importantes, pero no para lo que cree la mayoría de la gente. Ellos pueden elaborar modelos para reducir la pobreza, extinguir la corrupción e incluso evitar guerras. A medida que aprendía más cosas, mi amor por la economía crecía. Hoy, la economía me apasiona, de esto no tengo ninguna duda, pero el periodismo aún forma parte de mí.