Hace unos días, mientras paseaba por Brujas, vi a un par de hombres coger cuidadosamente los cisnes del canal que está junto a mi casa. Me quedé en shock y no entendí nada, así que me acerqué al puro estilo vecina cotilla y les pregunté sobre lo que estaban haciendo. Supongo que no había sido la única en acercarse a preguntar, ya que sin extrañarse por mi pregunta me explicaron muy brevemente qué estaba pasando.
Efectivamente, Brujas estaba confinando a sus cisnes. La concejala para el dominio público Mercedes Van Volcem anunció el pasado 15 de noviembre que en consonancia con las medidas contra la propagación de la gripe aviar aprobadas en todo el país ese mismo día, todos los cisnes tenían que ser urgentemente evacuados de sus canales. Así mismo, cualquier persona con aves en Bélgica, desde criaderos comerciales de aves de corral hasta aves de compañía, tuvo que confinar a sus animales o protegerlos con redes para evitar cualquier tipo de contacto con aves silvestres.
Brujas alberga en sus canales alrededor de 120 cisnes, así que tuvo que tomar precauciones con gran urgencia. La retirada y posterior confinamiento preventivo de los 120 cisnes estuvo controlado por agentes municipales y regionales después que se detectasen diversos casos de infección en aves silvestres en la ciudad costera de Ostende.
Según el alcalde de Brujas, Dirk De fauw, los cisnes han sido trasladados a dos lugares especiales con estanque. De fauw afirmó que cuando el peligro desaparezca, los cisnes podrán regresar a casa.
Os echaremos de menos. ¡Seguro que dentro de muy poquito os tendremos de vuelta!
Soy Núria, una catalana de veintidós años que lleva esperando su Erasmus en Flandes desde antes de empezar la carrera. Me encanta leer, escribir y hablar. Escuchar también, me encanta aprender cosas nuevas. No podría vivir sin arte. Cuando estoy triste escucho música y cuando estoy feliz también. Amo comer, supongo que el amor por la comida me viene de mi padre. En mi casa, siempre hemos sido de probar platos típicos de otras culturas, y no solo eso, de aprender a cocinarlos también.
Desde los catorce, tuve claro a qué me quería dedicar. Mi sueño era bastante específico: estudiar periodismo en Madrid. Luego, llegó el bachillerato y con ello las clases de economía. Nunca pensé que me fuera a gustar algo así, pero vaya si me gustó… La economía me generaba una curiosidad tan grande, que la puse de primera opción junto con ADE. De esta forma, en 2016, empecé un doble grado en economía y ADE. Descubrí un mundo nuevo, y fui consciente de lo importante que era la economía para ayudar a la gente. Comprendí que los economistas son importantes, pero no para lo que cree la mayoría de la gente. Ellos pueden elaborar modelos para reducir la pobreza, extinguir la corrupción e incluso evitar guerras. A medida que aprendía más cosas, mi amor por la economía crecía. Hoy, la economía me apasiona, de esto no tengo ninguna duda, pero el periodismo aún forma parte de mí.