¿Necesitáis una razón más para venir a vivir a esta ciudad? Bien, pues ya os adelanto que Bruselas es la ciudad más tentadora que he visitado ya que, en cada esquina, te impregna un aroma diferente al pasar frente a una chocolatería, una floristería, una frituur… Pero si hay un olor que destaca, por encima de todos los demás, es el de un delicioso wafel (que no waffle).
No importa donde estés. Cuando no seas tú quien pasee por una tienda donde vendan gofres belgas, verás pasear a la gente con enormes gofres entre sus manos o escucharás la furgoneta de los gofres llegar y no podrás resistirte. Da igual si eres más o menos goloso, si te gusta más el chocolate negro o eres más de blanco, si lo prefieres con fruta o sólo, si prefieres la masa menos hecha o más crujiente. En esta ciudad hay un gofre para cada uno.
De hecho, no os extrañe que en una misma tienda encontréis los distintos tipos de wafels que se venden en Bélgica. Los más famosos son: el gofre de Lieja (ciudad de la región de Valonia) y el gofre de Bruselas.
El gofre de Lieja, Gaufre de Liège o Luikse Wafel, es más pequeño y redondeado. Tiene 24 agujeros. Su masa es más dulce y blandita pero, por fuera, está hecho de tal forma que queda crujiente y puedes saborear las pequeñas perlas de azúcar. Podemos encontrar distintas variedades en su propia masa que incluyen: manzana y canela; chocolate ¡y hasta zanahoria! Los orígenes de este gofre se remontan al siglo XVIII.
El gofre de Bruselas, Gaufre de Bruxelles o Brusselse Wafel, sin embargo, es más grande y rectangular. Normalmente tiene 20 agujeros. Es menos dulce y, por eso, suele servirse con azúcar glas por encima. Su masa es más compacta y un poquito crujiente. Este tipo de gofre surgió a finales del siglo XIX, pero empezó a adquirir popularidad a raíz de la Expo. Universal de Bruselas del `58.
Sobra decir que, a todos ellos, les podéis añadir: azúcar, chocolate, cacao en polvo, nata, cremas, frutas e, incluso, ¡quesos o embutidos!
¿Mi favorito?
Sin duda alguna, el gofre de Lieja de Le Funambule, sólo con azúcar. Personalmente, me gusta más la de la tienda de Rue Tabora que la del Manneken Pis (que es la más famosa). También es muy recomendable (aunque menos económico) visitar Peck 47, en su versión salada para un brunch.
Y a vosotros, ¿qué gofre os gusta más? ¿Tenéis alguna tienda de gofres favorita? Si es así, dejad un comentario aquí o subid una foto a vuestra red social favorita con el hashtag #erasmusbruselas.
Y me despido por hoy con la curiosidad del día: ¿Sabíais que los belgas suelen tener una máquina de hacer gofres en su casa y tienen por costumbre reunirse una vez al año, en noviembre, para degustarlos?