Hace un par de entradas os comentaba qué ver en Malinas, de forma gratuita y cómo verla desde una perspectiva diferente. Si bien en Lovaina, fue un poco más complicado acceder a algunos lugares porque estaba casi todo cerrado, cuando llegamos, es una ciudad muy pequeñita que se disfruta mucho en poco tiempo y se come genial (y, nuevamente, más barato que en Bruselas).
A tan sólo media hora de Bruselas; a 10€ en tren y 5 en Flixbus, nos espera la última Ciudad de las Artes de Bélgica, Lovaina. A veces, se refieren a ella como Lovaina la Vieja para distinguirla de Louvain-la-Neuve, Lovaina la Nueva, (en la región de Valonia).
La ciudad está repleta de estatuas (como el globo de la amistad). Pasamos por varias y visitamos la “Fonske” o Fons sapientiae (fuente de la sabiduría). Una fuente con estudiante leyendo un libro mientras vierte una jarra de cerveza sobre su cabeza.
La Universidad Católica de Lovaina (UCL), se fundó en 1425 y es la más antigua de Bélgica. Tuvo, entre su plantilla, maestros de la talla de Erasmo de Rotterdam. Dada su importancia a nivel europeo, Lovaina es una ciudad donde más de la mitad de sus habitantes son estudiantes
Y, por supuesto, no podéis marcharos sin visitar el alma de la ciudad, su núcleo desde el cual asoman los impresionantes pináculos del ayuntamiento, las ventanas de la universidad católica y las puertas de las casas de los gremios. El ayuntamiento de Lovaina no deja a nadie indiferente. Dicen de éste que es el más bonito de todo Flandes. Y es que su arquitectura de estilo gótico flamígero, con sus hornacinas y sus 236 estatuas es increíble.
Y, lo más alucinante todo, es la ingente cantidad de bares rodean la plaza del mercado. Sin duda, hacen honor a la fama y cultura cervecera y universitaria que la precede.
La Iglesia de San Miguel, del siglo XVII, se encuentra en Straat Naamse, a muy pocos minutos del Dijlepark. Formada por diferentes elementos arquitectónicos, es conocida como Siete Maravillas de Lovaina. Merece la pena observar las distintas estatuas que hay dentro, así como sus pilares jónicos, sus confesionarios y su mobiliario barroco.
La Iglesia de San Pedro o el Groot Begijnhof (Gran Beguinaje), son imperdibles que podéis visitar en el mismo paseo ya que todo queda muy cerca y, la gran mayoría, pueden visitarse de manera gratuita, a excepción del Ayuntamiento, que organiza rutas guiadas por 4€.
No ahondo más en la ciudad porque podéis encontrar muchísimas fotos, guías y recomendaciones en nuestro blog. Pero, sin duda, no podéis dejar de visitar la ciudad
En mi próxima entrada os hablaré del restaurante revelación de la ciudad. ¡No os lo perdáis!