¿Cuánto os habéis perdido por el centro de Bruselas y sus callejones?
Cerca de las principales calles que guían el Centro de la capital belga, se esconden pequeños callejones sin salida que guardan su belleza antigua. Estos aparecieron a comienzos del siglo XIX con la expansión de la ciudad ante el grande crecimiento demográfico a causa de la revolución industrial. La demanda de trabajadores por las nuevas industrias, impulsó que gran parte de la población que vivía en los campos se trasladara a la ciudad. De este modo, la gente se empezó a colocar en todos aquellos rincones e impases masivamente, viviendo en condiciones insalubres. ¡Llegaron a haber cerca de 400 de estos!
Aún persiste parte de esta historia en las calles de Bruselas. Algunos de estos impases siguen vivos encontrando bares y restaurantes en ellos. En otros, aún continúan habiendo viviendas.
¿Hacemos algún repaso de algunos de ellos?
El impase más conocido de Bruselas es donde se encuentra el famoso Délirium Café. Este bar contiene la lista más larga de cervezas en Bélgica. Tal es la importancia de este bar que en 2004 ganó el record Guinnes al ofrecer al público 2004 tipos de cervezas distintas de más de 60 países distintos, incluyendo las famosas cervezas belgas. También, al final del callejón se encuentra el emblemático signo feminista de la ciudad: la Jeanneke Pis, representando a una niña meando sin ningún tipo de ataduras, haciendo competencia a su compañero Manneken Pis, uno de los símbolos de la ciudad.
Mi impase favorito es el que se encuentra en el Impasse des Cadeaux. Éste aún mantiene su estilo tétrico, antiguo y frío de los antiguos callejones. Es verdaderamente un encanto. En el interior podemos encontrar dos bares típicos belgas muy acogedores, de los más antiguos de la ciudad. Eso sí, ¡con los precios más elevados que puedas encontrar!
Cerca de este último, se sitúa en la Rue de Tabora, 11. Aviso que para encontrarlo tendréis que hacer la calle dos veces. Es tan pequeño que solo se ve la puerta que te lleva a un pasadizo “largo” y estrecho que termina dando a un pequeño patio con una taberna que se remonta a finales del siglo XIX. Este restaurante/bar es muy cálido, pero con los precios elevados también.
El siguiente impase, estoy segura que habréis pasado por al lado miles de veces y tampoco os habréis fijado en el. Se encuentra en la Rue du Marché aux Fromage, 19, y es la casa más pequeña de toda Bruselas con 2,75 metros de largo. Ésta está abandonada, pero si entras llegas a un patio que contiene los portales de algunas viviendas. ¿Te imaginas poder vivir allí?
Como estos callejones, se pueden encontrar muchísimos más por toda la ciudad. Otros que ni sabemos que se esconden detrás de las puertas, como por ejemplo el del callejón Val des Roses, que contiene una puerta que invita a entrar a un paisaje boscoso.
¡No dudéis en descubrirlos!