Hay ciudades que destacan por su arquitectura, otras por su historia, gastronomía… . En el caso de Brujas es la mezcla perfecta de todas estas. Muchos la llaman un de ciudad de cuento, y no es de extrañar. Sus casas típicas, las calles estrechas y los canales crean una sensación única. Sientes que todo está en armonía.
Os mentiría si no digo que he vuelto muchas veces a la ciudad, y siempre me sorprende. Eso sí, aprovecharía para visitarla en un día soleado porque gana muchísimo.
Actualmente hay un importante flujo de turistas, sobre todo los fines de semana, y no me extraña, está dentro de mis top ciudades que tendrías que visitar si vienes a Bélgica. Aunque es verdad, que no siempre fue así.
¿Cómo sería la Brujas de hace tres o cuatro siglos?
En esa época quedaba mucho por descubrir y el estilo de vida de los habitantes de la ciudad no se acercaba ni un poco a como vivimos nosotros. Eso sí, el ser humano no ha cambiado tanto desde entonces, y nuestras preocupaciones principales siguen apoyándose sobre los mismos fundamentos. Uno de ellas, el cómo dejar constancia de haber pasado por el mundo terrenal.
Y es que ahora tenemos fotos, vídeos, internet…, por eso, será fácil que, dentro de un siglo o dos, nuestros sucesores puedan saber de nosotros si se empeñan en buscar.
Pero, y antiguamente ¿cómo lo hacían?
Curiosamente, en mi última visita a Brujas, mientras estaba en el Groeninge Museum, me contaron cómo las familias pudientes de Brujas se aseguraban de dejar sus datos en las obras de arte.
Realmente, son pinceladas insignificantes que no se ven si no te acercas muchísimo al cuadro y sabes lo que vas buscando. Pero es una manera de perpetuarse en el tiempo.
Portrait of a Brugges Family, Jacob van Oost, Groeninge Museum Brugge
El cuadro en cuestión es el siguiente: Retrato de una familia de Brujas, de Jacob van Oost I. A simple vista la pintura no tiene mayor fin que el de pintar a la familia, pero, los que pagaban el cuadro no se conformaban solo con eso. Por ello, el pintor escribió sus nombres y las edades de manera muy sutil en el cuadro.
La primera es la de la mujer, está en mango del abanico, os dejo aquí una foto de cerca a ver si sois capaces de descifrar que dice.
Closeup mujer,Portrait of a Brugges Family, Jacob van Oost, Groeninge Museum Brugge
La otra marca es incluso más complicada de descubrir, está en el hombre, en el tacón de su zapato ¿La has visto ya?
Closeup hombre, Portrait of a Brugges Family, Jacob van Oost, Groeninge Museum Brugge
No debemos pasar por alto que también está dibujada la ciudad de Brujas al fondo, completando el retrato.
Closeup ciudad, Portrait of a Brugges Family, Jacob van Oost, Groeninge Museum Brugge
Os animo a que la próxima vez que veáis una pintura de este estilo intentéis ver si tienen inscripciones o si reconocéis la ciudad que hay en el fondo. Es una práctica mucho más común de lo que podéis imaginaros.
¡Nos leemos pronto!
María
Soy María Gutiérrez y durante los próximos 5 meses tendré la oportunidad de transportarte a Flandes a través de mi propia experiencia Erasmus. La temática principal de mis posts serán de arte y maestros flamencos. Es un tema apasionante en el que relevaré a Celia, la corresponsal del cuatrimestre pasado.
Para que me conozcas un poco decirte que tengo 21 años, soy sevillana y estudiante de ingeniería industrial. Llevo ya 4 meses en Bruselas donde estoy estudiando en la ULB y VUB en el programa Erasmus y no puedo estar más feliz de vivir esta experiencia. En mi tiempo libre me encanta cocinar, leer, la fotografía y sobre todo viajar, así que intentaré acompañar mis posts con estos temas que para mí son un placer y espero que a ti te interesen.
Soy una persona muy curiosa y me involucro en cualquier proyecto que me llame la atención dando siempre lo mejor de mi para sentirme orgullosa de mi trabajo. Cada entrada que suba estará pensada y repensada para que os encante.