Hoy os traigo una zona de la ciudad bastante guay para hacer deporte al aire libre. Pegado al borde del anillo, al sur, se encuentra la zona de Philipssite. Probablemente muchos pensaréis que lo normal en Lovaina es hacer deporte en gimnasios y espacios de entrenamiento cerrados. Pero amigos, también hay muchos momentos en los que no llueve o en los que simplemente cae una ligera y agradable lluvia. ¿Por qué ir a un espacio cerrado si podemos relajarnos y evadirnos un rato de la rutina haciendo deporte al aire libre?
El parque de Philipssite es el lugar perfecto para disfrutar de estos momentos. Allí se encuentra el Bar-code Callisthenics park, un parque de calistenia muy nuevo y bastante completo. Aquí no hay pesas ni nada por el estilo, vuestro propio cuerpo será la herramienta para mejorar vuestra condición física. Y si sois como yo, sin experiencia en calistenia, tenéis hasta un cartel donde encontrar ejercicios a realizar en las barras. Recordad que no hace falta ser un portento físico para animarse a hacer deporte. Siguiendo nuestro propio ritmo y adaptándonos a nuestras condiciones nos ayudará a llevar una vida más saludable.
Por otro lado, si os gusta patinar tenéis un skate park muy chulo en el mismo parque, en el que es normal que encontréis gente patinando con la que poder mejorar vuestras habilidades (hice la foto en el momento en el que la gente que estaba patinando estaba en la zona del fondo ).
Por último, muy cerca de estos dos lugares hay un pequeño parque en el que hay dos mesas de ping pong bastante bien cuidadas (y eso que están al ire libre) y también una canasta de baloncesto en la que echar unas buenas pachangas con amigos.
Así que no tenéis excusa para no hacer deporte al aire libre, ¡id a Philipssite!
Soy Víctor Labián Carro y a partir de mediados de septiembre estaré 10 meses viviendo en Lovaina y estudiando en KU Leuven. Estoy seguro de que será una experiencia única en la vida, de esas en las que te gustaría recoger tus vivencias en un librito de viajes, en el que el que colocas con mimo esas fotos de lugares, comidas, amigos… Pero ¿por qué no aportar a ese libro un valor adicional y que no sea únicamente una fuente de nostalgia que intensifique nuestros recuerdos? ¿Y si es de utilidad compartir esas experiencias con futuros estudiantes Erasmus de Lovaina? Pues sí, lo es y mucho, porque he de reconocer que todos los consejos, opiniones y vivencias de estudiantes en Lovaina me han ayudado en gran medida a planificar este viaje, o, al menos, esas cosas que puedes tratar de planificar en una aventura tan mágica por desconocida e impredecible. Ya no utilizamos plumas ni pegamos fotos con pegamento, pero sí que subimos a internet fotos y videos y escribimos en blogs. Es ahí donde aparece la iniciativa de ser Corresponsal Erasmus en Flandes, donde encuentro la forma de compartir ese libro aún por escribir o, mejor dicho, de aportar algo de valor a ese libro que entre todos estamos escribiendo.