Que sí, que todo el mundo sabe que en el Erasmus hay que estudiar. Los últimos posts iban dedicados a esta faceta del Erasmus, pero hoy os presento algo que también os puede interesar. Se trata de una de las fiestas más tradicionales de Lovaina: los Cantus. En 2017, en Lovaina se batió el Record Guiness por el cantus más multitudinario… ¡lástima que el año pasado no estaba aún en la ciudad!
Antes de nada, os advierto que cuando leáis en qué consiste quizá os sorprendáis para mal. Sin embargo, no es lo mismo explicarlo que vivirlo, así que os animo de verdad a que, como mínimo, vayáis a uno (y estoy seguro de que repetiréis).
Un cantus, como os decía, es una de las fiestas más tradicionales en Lovaina (también del conjunto de Bélgica y otras zonas como Holanda), y data de la edad media, aunque obviamente ha evolucionado en algunos aspectos. Conectados a asociaciones de estudiantes, que los suelen organizar, los cantus consisten básicamente en un evento donde se canta y se bebe cerveza. Pero no, no tiene nada que ver con un karaoke. Y si te da vergüenza cantar en público, tampoco tienes de qué preocuparte.
Sentados en largas mesas, las y los estudiantes tienen que cantar las canciones que se encuentran en el Codex, el libro más importante del cantus. En él, podrás encontrar letras de canciones tradicionales en latín y flamenco, pero también canciones en otros idiomas (también en castellano en algunos casos), especialmente si se trata de un cantus internacional organizador por la ESN u otra entidad. Algunas de las canciones van acompañadas de algunas normas especiales, que ya descubriréis cuando vayáis.
Para que todo funcione correctamente, en el cantus hay un conjunto de normas. Para empezar, existe la figura del “senior”, que es la persona que lidera el cantus, y a quien hay que obedecer en todo momento. Esta persona será la encargada de decidir qué canción se canta en cada momento, así como también de los castigos: si una persona incumple alguna de las normas, se pueden establecer castigos, que suelen ser cosas divertidas o (básicamente) beber cerveza. ¿De qué normas estoy hablando? Entre otras, no se puede aplaudir, utilizar el teléfono móvil o ir al baño sin el permiso del senior (ya os he avisado, suena peor de lo que es).
El precio de los cantus varía en función de quién lo organiza, pero suele rondar los 10-15€, e incluye toda la cerveza, el codex y el buen rato. Cuando fui a mi primer cantus, iba muy asustado por lo que me podía encontrar (el tema de las normas no me hacía mucha gracia), pero una vez allí fue tan divertido que tuve que repetir. ¡Y ojalá poder ir a más!
Me llamo Alejandro Caravaca Hernández, y seré el corresponsal de Turismo en Flandes y Bruselas en Lovaina durante el primer semestre del curso 2018/2019. Ya me iréis conociendo poco a poco (nos esperan 5 meses por delante) pero, a modo de presentación, os explicaré brevemente quién soy y qué espero de mi experiencia en Lovaina.
Nací en noviembre del 1997, hace poco menos de 21 años, y vivo en Montcada i Reixac, un municipio de la periferia de Barcelona. Estoy estudiando 4º de Pedagogía (por si alguien se lo estaba preguntando, no es lo mismo que podología ni que logopedia) en la Universitat Autònoma de Barcelona, una de las universidades públicas catalanas. Me considero una persona activa y sociable, y participo en iniciativas socioculturales del municipio donde vivo, además de ser representante estudiantil en mi facultad. Entre mis hobbies destacaría el teatro: formo parte de un grupo de teatro amateur en Montcada i Reixac. De hecho, hace unos meses estrenamos un musical basado en la película Moulin Rouge, en el que pude interpretar el papel del antagonista, “el Duque”.