Muy cerca de la estación central, delimitando con Roosvelplaats se encuentra China Town. Desde el primer momento que atraviesas el arco que da la bienvenida al barrio y custodiado por dos fieros leones, te trasladas al lejano Oriente: los comercios, los carteles, los transeúntes, los farolillos, las farolas con dragones, etc. Es el único China Town oficialmente reconocido de toda Bélgica, cuando en 2001 recibió dicho título de carácter oficial. Sin embargo, entre 1920 y 1930, ya empezaron las primeras migraciones ligadas al río Escalda, cuyo importante puerto era destino definitivo de los marineros que trabajaban en los grandes barcos; pero la gran inmigración tuvo lugar entre la época de los 70 tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Los comercios chinos que primero plantaron sus semillas en la ciudad fueron los restaurantes, pero poco a poco surgieron los supermercados, los templos chinos, los establecimientos de medicina tradicional china o escuelas de artes marciales. Tiene hasta página web. A lo largo del año se celebran diversos eventos, como el Festival Anual de China que se celebra todos los otoños y como no el año nuevo.
Celebrando el año chino: El caballo
Este fin de semana ha tenido lugar la celebración del año nuevo chino en Amberes y como no, Erasmus en Flandes no podía perdérselo. El Año Nuevo lunar chino se inició el 31 de enero, y esta vez llega regido por el caballo de madera. Sin embargo, la celebración tuvo lugar durante el fin de semana. China Town se llenó tanto de fieles como curiosos para ver las danzas del mítico dragón, los leones chinos, los tambores y los platillos, los bailarines estilo kung fu y las tracas. Las casas se decoran con adornos rojos y dorados (ya sean cortinas, manteles, flores u otros). Colocan enormes fuentes de frutas donde no faltan las mandarinas, las frutas o el mango que representan la abundancia, riqueza, belleza y larga vida. Además había un cochinillo y un pato a la pekinesa con incienso a modo de ofrenda.
En los diferentes puestos podíamos encontrar diferentes platos típicos de diferentes regiones como por ejemplo sopas, brochetas o unos bollitos rellenos tanto dulces como de carne. ¡Buenísimo!
La ceremonia de la lechuga
En ChinaTown tuvo lugar la danza de la lechuga. Además de lo dicho anteriormente, cada negocio adornaba sus puertas con una lechuga y un paquetito para la ceremonia de la lechuga como símbolo de prosperidad en los negocios. Acompañado por unos timbales, un gong y un platillo un león hambriento busca comida y cuando encuentra la lechuga, se eleva para comerla, aunque no confía demasiado. Después de unos cuantos tímidos bocados, escupe los pedazos de lechuga y así se extiende la bendición para el nuevo año. Tras esto, se prende la traca más cercana para ahuyentar a los demonios y creando así un gran estruendo.
Aquí os dejo un vídeo y recordad
si tenéis la oportunidad, es un evento que no hay que perderse.
Soy Sara Sanz Cuesta, estudiante de traducción e interpretación en la Universidad de Alicante pero nacida en Casas Ibáñez, Albacete. Durante los próximos meses seré la nueva corresponsal Erasmus en la ciudad de Amberes.
Como estudiante de idiomas que soy, siempre he tenido en la mente la posibilidad de solicitar una beca Erasmus para completar mi formación. Fue en diciembre del año pasado cuando llegó el momento de escribir los destinos en la lista de prioridades: París, Londres, Roma, Berlín, Dublín… y ahí, entre esa lista interminable de capitales europeas, estaba Amberes. Reconozco que al principio no sabía localizarla en el mapa pero conforme fui buscando más información sobre esta ciudad belga, más me fue gustando como destino para esta experiencia. Fue en febrero cuando llegó la gran noticia: ¡MAMÁ! ¡Que me voy de Erasmus a Amberes!
Amberes es la segunda ciudad más importante de Flandes. Situada a unos 45 km de Bruselas y cuenta con medio millón de habitantes, bañada por el río Escalda, es una ciudad cosmopolita, cuna del arte, la moda y Centro Mundial del Diamante, pero eso no es todo, Amberes tiene muchas más cosas por descubrir.