En Bélgica se produce cerveza desde hace más de siete siglos pero, además, desde noviembre del año pasado es considerada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Dentro de sus fronteras, Bruselas consume la mayor parte de los 1500 tipos distintos de cervezas producidas: en sus callejuelas humeantes, en los bruin café, en alguna de las vitrinas sobrepobladas con pegatinas del elefante rosa (el símbolo de la cerveza Delirium y del Delirium Café). Uno de los mayores atractivos turísticos belgas pasa por una costumbre muy nacional: la barra. De entre ellas conviene distinguir los cafés, donde siempre se sirve alcohol pero no siempre comida y los bristrós o brasseries, donde se sirven casi íntegramente comidas. En este post os proponemos algunos de los locales más típicos y asequibles del centro de la ciudad.
- Delirium Café.
Es una parada casi obligatoria para cualquier turista en Bruselas. A lo largo de toda la Callejuela de la Fidelidad (Impasse de la Fidélité, enfrente de la Jeanneke Pisse), es el bar con más cervezas del mundo: más de 2000, record Guiness incluido. El pub, que comparte nombre con la considerada mejor cerveza del mundo (el local ofrece tres tipos diferentes de Delirium tiradas de grifo) tiene tres plantas, varias barras y una lista de reproducción al estilo Rock FM.
- Celtica Pub.
Bajando desde Gare Centraal hacia la Bolsa, en paralelo a la Grand Place, el Celtica Pub se abre paso en Bruselas como uno de los bares más asequibles y conocidos entre los estudiantes internacionales. Triunfan las jarras de 1.8 litros de Maes a seis euros, especialmente durante los espectáculos de DJs o música en directo que organizan todas las noches.
- La mort subite.
Es uno de los bruin café (cafés marrones o bruine kroeg, pequeños pubs acogedores llamados así por su revestimiento en madera) más célebres de Bruselas. En su local, pequeño y de techos altos, ofrecen más de 30 tipos de cervezas diferentes y una carta con platos típicos belgas. Están especializados en gueuze, una cerveza al estilo lambic elaborada en Flandes. Un clásico muy cerca de la catedral que lleva sirviendo cervezas desde 1910.
- Fontainas Bar.
Muy cerca de la Bolsa, Fontainas está decorado en vinilo y cuero negro, al estilo años setenta. A mediodía tiene carta de comidas con opciones veganas y snacks. Por la noche, cambio de música incluido, el local cambia sus menús por una lista interminable de cocktails y cervezas que se siguen preparando durante toda la madrugada.
- The Big Game.
Un pub de deportes con Happy Hour desde mediodía hasta el cierre. Dentro del local, decenas de televisiones retransmiten diferentes deportes durante todo el día; en la terraza, frente a uno de los laterales de la bolsa, corren los quintos de Jupiler a un euro.
De los bares belgas sorprenden dos cosas: que no exista hora de cierre (los camareros o dueños cerraran dependiendo de la afluencia) y, al beber con bruselenses, los BOB o conductores sobrios, los únicos que no invitarán a una ronda. Para brindar con ellos, santé! en francés o schol en flamenco.