Los primeros talleres y fábricas de chocolates aparecieron poco después de que los españoles trajesen las semillas de cacao desde el “Nuevo mundo”, Sudamérica hoy en día. Ya sabemos que Bélgica y en concreto Bruselas, es conocida como la capital del chocolate. La combinación de la gastronomía francesa con la alemana se queda corta para describir la manera en la que han desarrollado y potenciado el sabor de sus chocolates.
La ciudad aprovecha cualquier ocasión para mostrar al público sus novedosas esculturas de chocolate o nuevos sabores de bombones y ya a finales de enero todas estas tiendas, con motivo de la fiesta de San Valentín, sacan las ofertas más llamativas en sus escaparates. Las tiendas Leonidas, Godiva, las de la galería St Hubert.. todas tienen su encanto. Cajas de bombones en forma de corazón, piruletas, esculturitas románticas hechas de chocolate…
Os aconsejo que, si pensáis en regalar algo a vuestra pareja, paseéis por el barrio de Sablon donde más concentradas están las chocolaterías y más variedad podréis encontrar. No solo encontraréis bombones, sino pinchos de fruta con chocolate fundido e incluso las galletas más peculiares.
No hace falta motivo “San Valentin” para darse un gusto como es el de comprar chocolate, pero si lo necesitas y te apetece haz una “degustación” paseando por el barrio de Sablon. Si eres amante del chocolate no te dejará indiferente.
Soy Mayte Hervás y seré la nueva corresponsal Erasmus durante los próximos 5 meses en la ciudad de Bruselas. Lo cierto es que tengo muchas ganas de empezar esta nueva etapa en el blog, en el que podréis echar un vistazo a mi forma de ver la vida belga con alegría y humor, aunque también seré seria cuando tenga que serlo.
Curiosear por el extranjero es una gran virtud que se instaló en mí desde muy pequeña y por ello he esperado tres largos años de mi carrera de traducción para poder conseguirlo. ¡Me voy a Bruselas, y encima corresponsal!
Bruselas siempre ha captado mi atención, no solo por ser el centro neurálgico de Europa, sino por las diferencias culturales que existen entre la capital de Bélgica y España. Toda mi vida he vivido en una pequeña ciudad de Albacete (Hellín) y desde que me fui a estudiar he estado viviendo en Alicante; ambas ciudades completamente opuestas a la capital grande y europea que me va a acoger este año.La cantidad de eventos musicales que oferta Bélgica, que va desde pequeñas salas con música en directo hasta festivales, ¡me tiene impaciente por llegar!