Ninguna empresa puede funcionar si no tiene trabajadores. En el caso de oficios muy demandantes, muchas veces se necesita que vivan cerca del centro de trabajo. Exactamente eso ocurría con las minas, de forma que en el año 1913 se puso en marcha la construcción del primer distrito de trabajadores de la mina de Winterslag. Correcto, la actual C-Mine. El barrio incluyó desde el inicio una clínica, una escuela, un cine, un hotel… ¡entre muchas otras cosas! Y esto no es más que el principio. Si quieres descubrir más sobre las cités o barrios de obreros internacionales en la provincia de Limburgo, ¡sigue leyendo!
Vistas de Genk desde la torre de C-Mine.
El gran boom de las cités ocurre tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la minería experimentó lo que se conoce popularmente como la Batalla del Carbón. Ante un incremento descomunal de la actividad, la demanda de trabajadores era cada vez más alta. En 1946 Bélgica e Italia firman un acuerdo por el cual Italia recibiría 200kg de carbón al día por cada trabajador italiano que llegara a las minas de Limburgo. ¡Poco tiempo después se alcanzó la cifra de 2000 trabajadores italianos por semana! Los trabajadores y sus familias también necesitaban un lugar para alojarse, y aunque al principio las condiciones de vida eran muy duras, también se les construyó nuevos cités. ¡Para aquel entonces ya iban por el cuarto barrio de mineros!
En 1956, sin embargo, la catástrofe minera de Marcinelle se cobró la vida de 263 trabajadores. Más de la mitad fueron italianos, por lo que el programa entre ambos países se suspendió inmediatamente. A partir de entonces el origen de los nuevos trabajadores se diversificó, llegando principalmente desde Grecia, España y más tarde Turquía y Marruecos. Los niños que nacían en estas comunidades se criaban como si estuvieran en el país de origen de su familia, ya que en estos distritos el Neerlandés y las tradiciones flamencas tardaron mucho en establecerse. ¿Te suena Little Italy en Nueva York? ¡Pues esto es lo mismo!
Pasillo de la antigua mina de Winterslag, actual C-Mine.
De hecho, con el paso de los años los habitantes de estos barrios hicieron posible la creación de un nuevo idioma, el Cité. Esta lengua era una mezcla de los idiomas que los obreros internacionales hablaban en sus barrios. ¿Sabías que a día de hoy puede seguir escuchándose en algunas ciudades de la provincia de Limburgo? Si quieres saber más sobre como era la vida las cités, no te pierdas nuestro artículo con tres curiosidades sobre la vida en las ciudades mineras. ¡Nos vemos en el siguiente artículo! 🙂
¡Hola! Mi nombre es Pablo y desde hoy hasta el próximo mes de junio seré tu corresponsal de patrimonio de confianza. Soy estudiante de Comunicación Audiovisual en la Universitat Politécnica de València, pero este año he tenido la oportunidad de hacer mi Erasmus en Malinas, provincia de Amberes. Aquí estoy cursando el short Programme en International Media & Entertainment Business de la Thomas More University of Applied Sciences.
Llevo cinco meses aquí, y en este tiempo he podido explorar Flandes y conocer su cultura muy de cerca. He viajado y me he colado en la comunidad flamenca para traerte la información como un local lo haría, ¡así que prepárate para conocer el patrimonio más curioso de Flandes!