Aquí llega la segunda parte del artículo sobre cocina belga… Hoy, es el turno de aquellos platos que hacen que comer sea una experiencia redonda y completa. Primero, los entrantes que permiten picar un poco de todo, probar muchos sabores sin llenarte mucho, y te preparan para el resto de la comida. Por último, los postres que cierran la experiencia con una nota generalmente dulce, y te satisfacen el estómago del todo.
¿Preparados para leer más sobre gastronomía belga sin mencionar lo de siempre?
Para empezar bien
De croquetas ya os presenté las de queso, pero recordad que tenéis las de gambas también. Es bien curiosa la manera en la que se pescan en Oostduinkerke, de hecho esta pesca a caballo fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por la UNESCO en 2013.
Si hay algo aparte de las comidas anteriores que ha traspasado fronteras y llegado hasta nuestros oídos, son las coles de Bruselas. Por su nombre que indica su origen autóctono, es evidente que de otro sitio no podían ser. Pueden no gustar a todo el mundo, pero si las preparas bien quedan deliciosas como acompañamiento para otras carnes o pescados, o salteadas junto a otras verduras.
¿Todo con carne?
Pese a que la gastronomía belga, como muchas de Europa Central, se apoyae bastante en la carne, desde luego parece difícil para las personas vegetarianas. Aun así, opciones existen.
Algunos platos sin carne son las endibias, que frecuentemente se toman con salsa roquefort. Las chicons au gratin también son habituales, aunque ya dejan de ser un plato vegetariano: en esta receta, las endibias se envuelven con jamón y se gratinan con salsa de queso para suavizar su sabor amargo. Como guarnición, se añade puré de patatas con pimienta y nuez moscada.
Otro de los platos por excelencia, más rápidos y fáciles de hacer, es el Stoemp. Se puede preparar solo el Stoemp en sí, que se compone de puré de patatas mezclado con otras verduras trituradas, como (de nuevo) endibias, col rizada, cebolla, zanahoria, nabo, col de Bruselas y espinacas. Para que no resulte demasiado pesado o consistente, se le suele echar un chorro de leche también. Es apto para vegetarianos también, aunque a veces se come conjuntamente con salchichas o carbonnades.
A veces, simplemente no hay tiempo para comer un plato caliente. Después de varios meses en Flandes, ya sabréis que es bien habitual comer un bocadillo muchas veces. Uno de ellos es el “smos”, una baguette con jamón, queso, tomate, lechuga y huevo. Y si lo pedís sin jamón, ahí tenéis otra alternativa sin carne.
Para terminar con buen sabor de boca
Después de los principales, unas sugerencias de postres dulces. El primero es el sirope de Liège, jalea marrón a partir de manzana, pera y otras frutas evaporadas. Se puede tomar sola, untada en pan, o con algún queso. El segundo es la Rijstaart o tarte au riz, básicamente una tarta de arroz. En apariencia se podría confundir con una quiche, pero se trata de un flan pequeño y dulce relleno de arroz con leche y huevos glaseados. Para terminar, Brujas nos deleita con sus galletas de encaje, muy finas, para las que solo se necesitan mantequilla, harina, almendras y azúcar.
Por último, ya que apenas hemos mencionado el queso, es momento de darle su importancia. Tenéis que saber que los belgas también tienen un historial más que notable. Pese a que los franceses, holandeses y suizos han adquirido la fama del queso, las 80 variedades belgas les hacen bastante competencia. No se sirven como entrante, sino después de los principales. Algunos muy señalados son el vieux Hollande o el Brique de Flandes.
¡Espero que tengáis más ideas de qué pedir en un restaurante belga ahora! Y ya que conocéis el «qué», próximamente hablaremos de «dónde»…
¡Nos leemos pronto!
Me presento, me llamo Julio Yustas, tengo 23 años y voy a ser parte del equipo de corresponsales que, durante el próximo semestre, va a intentar que disfrutéis de Flandes al menos tanto como nosotros.
Vengo de Valencia, donde estudio el Máster de Ingeniería Industrial en la Universitat Politècnica de València. Durante los dos próximos años, disfrutaré de Bruselas gracias a un acuerdo de doble titulación por el que estudiaré el Máster en Ingeniería Electromecánica en la Université Libre de Bruxelles (ULB).
Me considero una persona bastante proactiva y es difícil que no me encontréis embarcado en alguno de mis múltiples proyectos. Mi tiempo libre lo dedico principalmente a pasar tiempo con mis amigos, viajar, la fotografía y la cocina.