Año nuevo, platos nuevos. Sí, de verdad os prometo que hoy vamos a hablar de la gastronomía belga sin mencionar las patatas, ni las moules frites, ni los gofres. Tampoco voy a repetirme en los dulces tradicionales a los que he dedicado artículos específicos, como las speculoos y los cuberdons. ¿Es eso posible? Ya veréis como sí… Hoy os enseñaré qué platos típicos belgas podéis pedir en un restaurante de toda la vida, cocina belga más allá de dulces, moules frites y patatas.
Empezamos directamente con los principales, con una pequeña advertencia: todos los de esta lista son a base de carne de distintos tipos, con algún añadido de pescado.
Las versiones belgas de: costillas, hot dogs, calientes
Si eres amante de las costillas, no deberías quedarte con ganas de probarlas en Bélgica. Aquí, la carne se hace pasado el punto y se sirven con ensalada y patatas asadas al horno.
Los belgas tienen además su propia versión de los perritos calientes: fríen las salchichas en vez de cocerlas. A veces, incluso prescinden del pan. Los añadidos sí son los de siempre: cebolla, mayonesa y kétchup.
Las salchichas más habituales son las boudin blanc, carne de cerdo con sabor suave, y las boudin noir, más oscuras y que recuerdan a la morcilla.
Dulce vs salado
El conejo también es muy apreciado en el país. Tradicionalmente era una carne que consumían los campesinos y personas humildes, ya que era más fácil de conseguir y mucho más económica que otras. Ahora, se encuentra incluso en los restaurantes más exclusivos. En Flandes, se sirve habitualmente con ciruelas secas para complementar el plato con un toque dulce.
Este choque de sabores no solo sucede con el conejo, sino también con las albóndigas a base de carne picada de ternera y cerdo. En este plato, el salado se combina todo el rato con la salsa de cerezas dulce.
Carnes y guisos con nombre propio
Otro plato con un sabor particular son las carbonnades flamandes, carne de ternera estofada con cerveza regional, tan tierna que se deshace en la boca. Esto es gracias a que se cuece a fuego lento por varias horas junto con cebolla, hierbas aromáticas y especias, y la salsa de cerveza oscura que le otorga todos los matices. Esta salsa se espesa habitualmente con mostaza, cebolla y pan, aunque admite cambios “de la casa”. En algunas variaciones, incluye zanahoria, champiñones o vino. Aquí sí aparecen de nuevo las patatas fritas, aunque no son las protagonistas del plato, sino que están para mojar la salsa.
Un guiso más a base de carne y verduras es el hutspot, que consiste en una mezcla de “lo que haya”. ya que nació en el mundo rural. Generalmente, se elabora con carne de cerdo o res, y se cocina junto con col rizada, nabos, patatas, zanahorias y/o coles de Bruselas. Al ser un plato caliente, con caldo y sustancia, resulta muy agradable durante el invierno.
Pese a que los belgas consumen gran variedad de carnes, no dejan de lado el pollo. Por ejemplo en el vol au vent, un hojaldre en forma de cesto que se rellena de esta carne.
¿Y el pescado qué?
El Gentse Waterzooi, originario de Gante, se basa en un caldo vegetal espesado con yemas de huevo. Puerros, cebollas, zanahorias, patatas, ajos y condimentos son ingredientes habituales en este estofado. Antes se hacía con pescados de ríos como carpas, lucios o lubinas, pero ahora su versión más común es con pollo.
Otro plato tradicional que también requiere pescar en ríos es el paling in’t groen, anguilas en salsa verde. Se capturaban en el río Escalda, y se cocinaban con hierbas frescas que crecían en las propias riberas. Ahora, la salsa se hace a partir de hierbas que pueden comprarse en el supermercado, como perifollo, alazán, perejil, menta, berro, albahaca y tomillo.
¡Eso ha sido todo por hoy! Si os habéis quedado con hambre, que sepáis que publicaré una segunda parte de especialidades belgas, centrándome en entrantes, principales vegetarianos y postres.
¡Nos leemos pronto!
Me presento, me llamo Julio Yustas, tengo 23 años y voy a ser parte del equipo de corresponsales que, durante el próximo semestre, va a intentar que disfrutéis de Flandes al menos tanto como nosotros.
Vengo de Valencia, donde estudio el Máster de Ingeniería Industrial en la Universitat Politècnica de València. Durante los dos próximos años, disfrutaré de Bruselas gracias a un acuerdo de doble titulación por el que estudiaré el Máster en Ingeniería Electromecánica en la Université Libre de Bruxelles (ULB).
Me considero una persona bastante proactiva y es difícil que no me encontréis embarcado en alguno de mis múltiples proyectos. Mi tiempo libre lo dedico principalmente a pasar tiempo con mis amigos, viajar, la fotografía y la cocina.