Qué bonito ser estudiante Erasmus cuando te pintan la experiencia de tu vida a color y purpurina. Mi parte preferida siempre es la dosis de realidad que te llega de sopetón en el momento adecuado, y no digo uno cualquiera, sino lo que yo llamo un verdadero reto: hacer la colada.
Si te vas a un piso a vivir es muy probable que tengas tu propia lavadora, o incluso en algunos que están bien equipados también te ofrecen secadora. Pero los Kots y las residencias son otro cantar. Es muy fácil que deis con una fantástica residencia de estudiante, que luzca habitaciones enormes y salas comunes escandalosas, pero aseguraros siempre de que tiene espacio para hacer la colada, o que por lo menos tiene una lavandería a pocos minutos. Porque esta tarea tendréis que repetirla una y otra vez un par de veces a la semana, vaciar y llenar el armario para volver a poner ropa limpia y seguir con nuestras vidas de civiles comprometidos. Y esto no es todo, el proceso no es instantáneo como el de comprar un paquete de pipas en el kisoko, habrá que esperar entre una y dos horas a que toda la ropa esté limpia y seca antes de marcharnos, lo que yo suelo denominar: tiempo perdido.
Puestos en el hipotético caso de que habéis sido «cafres» escogiendo vuestro lugar de residencia y os toca marchar fuera para llevar a cabo esta tarea, vengo a traeros lo que para mi es la combinación más creativa y exitosa del grupo AEG, una empresa que se inició en Alemania con la venta de electrodomésticos de alta gama y se convirtió líder en el mercado. Ahora es quien ha montado la cadena de la que os vengo a hablar:
WASBAR, el secreto de los estudiantes
Se trata de un híbrido entre bar para piscolabis, o ahora, takeaway y lavandería. Lo que permite que vayas con tus compañeros a tomar algo mientras esperas a que termine la secadora. Además, estos establecimientos no están cerrados porque se consideran de uso esencial, sus puertas están abiertas al público y puedes pedir bocatas para tomar a la puerta, o un café, o quizá unas napolitanas. Como soy muy atenta me he ocupado de hacer una foto al tablón del menú para amenizaros la elección. De nada.
El primero de estos establecimientos apareció en Lovaina, pero más tarde surgieron otros también en la ciudad de Amberes, Gante y Bruselas, entre otros. Pero eso sí, no los vais a encontrar fuera de Bélgica. Aunque ya podría España robarles la idea. El diseño es muy chulo por dentro, es una pena que aún tengamos la hostelería cerrada así que habrá que esperar para esto, pero los precios están fantásticamente bien y, un bordillo o un banco en la calle, puede ser un sitio genial para tomar algo con los amigos. En estos tiempos ya casi nos sobran sillas y mesas.
Espero que os haya encantado mi recomendación, ojalá un lúcido emprendedor me lea y monten esto en mi ciudad. ¡Rescaten a los estudiantes sin lavadoras pero con muchos amigos!
Abrazos desde no tan lejos! Nos vemos muy pronto.
Mi nombre es Eva Herrero y soy la nueva corresponsal Erasmus para las ciudades de Amberes y Lovaina. ¡Estudio cuarto de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Salamanca y estoy muy contenta de poder compartir de hoy en adelante todas mis experiencias con vosotros!
Solo llevo aquí un día, pero me ha bastado para comprender que Bélgica es el país de las bicicletas, la ciudad está repleta de ciclistas y las calles están perfectamente acondicionadas, aunque el caos entre transeúntes a veces resulte inevitable.