¡Hola de nuevo!
En mi primer post os voy a hablar de algo que me ha llamado mucho la atención estos primeros días en Bruselas: la cantidad de opciones de comida a domicilio, food trucks, puesto callejeros, take away… que hay en esta ciudad. Es increíble las infinitas opciones con las que te topas cuando vas caminando por la calle, pero más increíble aún es la gran variedad de los mismos, desde los típicos puestos de patatas fritas belgas, hasta comida asiática, mexicana, o de infinitas partes del mundo. Y no es solo comida, sino que también encontramos puestos de cerveza, de café o de chocolate caliente, entre otras muchas cosas.
Esta abundancia se debe principalmente a que la hostelería y los bares llevan cerrados desde mediados de octubre en todo el país por el Covid, y debido a ello los negocios han tenido que reinventarse para poder seguir ofreciendo su servicio. Ahora más que nunca, los hosteleros necesitan nuestro apoyo.
Es cierto que se pierde la esencia de sentarte tranquilamente a comer y disfrutar del ambiente del restaurante, pero tiene muchísimas otras ventajas, y sobre todo para nosotros estudiantes de Erasmus.
Lo primero es que el precio es generalmente más bajo, ya que los restaurantes se han podido permitir disminuir el precio para atraer a más clientes al no tener que hacer frente a muchos otros gastos que tendrían de manera regular. Y oye, ¡un precio más bajo siempre se agradece!
Lo segundo es que tardas menos en comer y puedes aprovechar mejor el tiempo para seguir visitando cosas y creando aventuras. Pero lo que más me gusta a mí es que puedes comer en cualquier sitio; tú elijes donde poner la mesa del restaurante: unas patatas fritas bajo los soportales de la Grand Place, sushi en los bancos del Palais Royal, kebab admirando el Atomium, o una pizza en las explanadas del Parc de Bruxelles.
Y tú, ¿dónde vas a poner tu próxima mesa de restaurante?
Soy de Madrid y estudio tercero de ADE+Marketing en la Universidad Francisco de Vitoria. En Bruselas estudio en ICHEC.
Llevo tan solo 5 días en Bruselas y ya está siendo una experiencia increíble. Ya he conocido los lugares más famosos y representativos de la ciudad, y he conocido a muchísima gente con la que estoy disfrutando un montón. Ya estoy enamorada de sus calles, de sus parques, de su arquitectura, ¡de su gastronomía… ¡No puedo esperar a ver todo lo que queda por llegar!
¿Por qué Bélgica? Yo elegí Bélgica principalmente porque quería mejorar el francés, y la ventaja que tiene Bélgica es que está en el centro de Europa Occidental, y cuando el COVID lo permita se puede llegar rápidamente y muy barato (ya que el transporte público tiene un precio muy asequible) a países como Holanda, Francia, Luxemburgo o Alemania. Además, dentro de Bélgica ya hay mil ciudades increíbles que visitar como Brujas, Amberes, Gante, Lovaina… y al ser un país pequeño no tardas nada en ir de un sitio a otro. De momento no he tenido la oportunidad de visitar Bélgica más allá de Bruselas, pero lo estoy deseando.