Todos lo hemos intentado. A pesar de que cada amigo nos haya avisado de que es mejor no hacerlo porque al final te arrepientes, nosotros lo hacemos porque pensamos que va a ir bien, que no va a pasar nada. Pero claro, es imposible que salga bien, es imposible que no nos arrepintamos de poner nuestra canción favorita del momento como alarma.
Lo que siempre va a ocurrir (porque acaba ocurriendo) es que terminamos queriendo cambiar la canción cada vez que aparece en aleatorio mientras escuchamos música. No es culpa nuestra porque realmente nace de la buena intención de querer que algo que nos gusta mucho se relacione con algo que quizá no gusta tanto. Lo hacemos sin querer, pero nos pasa.
Porque relacionar una cosa con otra diferente está en nuestra naturaleza, y ¿para qué negarlo? Siempre gusta unir el olor a carbón con el frío de la Navidad, esas primeras canciones de Amaral con nuestra infancia, o el sabor de las palomitas con el plan de un viernes noche.
Es como la teoría japonesa del hilo rojo en la que una hebra invisible une a personas que están destinadas a encontrarse, sean cuales sean las circunstancias, el tiempo o el lugar. Y es que hay cosas que simplemente están hechas para estar relacionadas.
Y eso es exactamente lo que nos encontramos en la página web Bruxelles, ma belle: relaciones entre cientos de artistas del mundo, con otros cientos lugares dentro de Bruselas. ¿Lo que les une? Un videoclip.
¿Qué nos encontramos en Bruxelles, ma belle?
En pantalla podemos descubrir a más de ciento sesenta músicos de todo el mundo, cada uno con un género de música distinto. Si dentro de este orden musical pinchamos en alguno de ellos, encontramos información general sobre el artista, incluyendo sus álbumes, sencillos, giras o simplemente inquietudes. De hecho, una de las cosas remarcables de esta página es que todo está escrito de una forma muy humana, guiando al lector por todo Bruselas a través de la música que late por sus calles.
Esta presentación general siempre acaba hablando brevemente del lugar elegido por el artista para hacer un videoclip en acústico en alguno de los rincones de Bruselas; y una vez descritos el principio y el final del hilo rojo, es imposible no querer ver el resultado final. Y eso es lo que hace que Bruxelles, ma belle sea una gran maravilla: cada presentación termina con el vídeo en cuestión en el que el músico o los músicos aparecen en el lugar descrito.
¿Y si preferimos descubrir Bruselas partiendo de los lugares que queremos ver en vez de según los artistas? ¡También es posible! La web está dividida según artistas y lugares, de forma que se facilite la búsqueda todo lo que se pueda y así podamos descubrir Bruselas más rápidamente. También podemos filtrar los resultados, eligiendo la comuna específica que preferimos ver, o el tipo de música que queremos escuchar.
Entre todos los artistas que podemos ver, nos encontramos con Leon Bridges, Villagers, Dan San, Patrick Watson o Juliette Armanet. A su vez, algunas de las localizaciones testigos del arte son el Cirque Royal, la Basilique nationale du Sacré-Cœur, la Brasserie Verschueren, el Atomium o el Musée de la Ville de Bruxelles.
Si queréis saber un poquito más de estos (y muchos más) artistas, o descubrir Bruselas desde los lugares más icónicos hasta los rincones menos conocidos, aquí os dejo el enlace a la página oficial: Bruxelles, ma belle.
Porque el hilo rojo une almas, ¿y qué almas son más idóneas para estar juntas que las de la música y Bruselas?
Aquí os dejo uno de los videoclips que he visto de Bruxelles, ma belle con la artista Mariama cantando «No Way», porque simplemente me veo incapaz de no compartirlo:
¡Muy buen día, músicos!
Me llamo Marina Carrasco Valero, estudio Periodismo y Comunicación Audiovisual, y este primer cuatrimestre voy a ser vuestra corresponsal Erasmus en Bruselas. Durante los próximos cinco meses, voy a ser la pequeña puerta que os lleve a tocar, paladear, ver (aunque con un poco de miopía), oler y oír Bruselas. Juntos vamos a descubrir sus secretos, exhibiciones, conciertos, festivales…