Es bien sabido que Bruselas está lleno de rinconcitos en los que tomar buen café, buen chocolate, buena cerveza y comer bien. Pero si a eso le queremos sumar el delicioso placer de la lectura y el disfrutar (hay quien lo hace) de recorrer sin rumbo una librería, solo hay un sitio al que ir: el Cook & Book de Sint-Lambrechts-Woluwe, a las afueras de Bruselas.
Un visitante cualquiera podría confundirse fácilmente al doblar la esquina de Cook & Book: los escaparates son los de una librería, con libros, libretas, boligrafos, cuadernos de ejercicios para adultos y todo ese tipo de material de categoría dudosa que pueblan las tiendas de libros modernas y que cualquier amante de ellas quiere sin saber muy bien por qué. Sin embargo, en la puerta, hay una terraza llena de gente tomando el desayuno o un brunch, manteniendo reuniones de trabajo o de estudio o bien disfrutando del gloriosos momentos de sol que la ciudad de Bruselas les regala.
Entrar al interior es incluso más fascinante. Las estanterías se intercalan con mesas preparadas para dar de comer a tantos amantes de la cocina como de los libros se asomen a investigar un poco esta innovadora idea.
La comida, deliciosa. Nosotros tuvimos la ocasión de probar el menú desayuno y, aunque claramente los reyes del capuccino siguen siendo los italianos, la comida nos llevó a otra dimensión. El croissant y el pain au chocolat que acompañaron el café sabían tan bien como parecían y lo mejor es que se servían con mantequilla, mermelada y crema de cacao de la más alta calidad: imposible resistirse.
Un paseo más a fondo tras tomar fuerzas nos desvela rincones para todos los gustos: desde la increíble sala dedicada a la música con piano de cola y diversos iPads en los que escuchar música hasta el habitación de la literatura en inglés, un autentico sueño para todos aquellos amantes de las estanterías y librerías de ensueño.
Cook & Book es, desde luego, un paraíso para aquellos que disfrutan del placer de visitar buenas tiendas de libros y aún más para aquellos que gustan del buen comer en lugares pintorescos y originales.