Son cosas que pasan… vas en busca de un regalo para alguien especial, y cuando piensas que has encontrado la elección perfecta, te das de bruces con un precio de cinco cifras. Tu cartera te dice que, quizá, esa elección no era tan perfecta como parecía.
Estaba rondando las tiendas de Gante, a la caza de un detalle que regalar. Uno de las muchos puntos positivos de esta ciudad es que tiene un gran número de tiendas diferentes. Podemos encontrar desde marcas conocidas con amplias exposiciones hasta pequeños negocios de valientes emprendedores. Así pues, hay mucho donde elegir.
Me topé con una pequeña tienda, de nombre MADAM, que hacía esquina en una de las calles céntricas. Su llamativo escaparate captó mi atención y pensé que seguramente tendría alguna cosa interesante para mí. Al entrar, me recibió una mujer de cabello canoso y voz melosa, que me invitó a echar un vistazo alrededor.
Tras recorrerme la tienda, encontré el regalo que andaba buscando. Un pequeño y fino bolso, que prometía asegurarme el éxito ante cualquier persona que lo recibiese. Había, no obstante, algo que me desconcertaba un poco: ningún elemento de la tienda tenía precio. De cualquier manera, supuse que un bolso de tales dimensiones estaría dentro de mi presupuesto y que, al ser una tienda pequeña, tendría precios no muy altos. Así que me dirigí a aquella amable señora para decirle con una sonrisa: «Me lo llevo».
Tras esta estúpida y precipitada afirmación, me dispuse a hacer la pregunta del millón. La que hundiría mi cartera, mi ilusión y cualquier posibilidad de comprar ese bolso:
«¿QUÉ PRECIO TIENE?»
A lo que me respondió: «10.000€». A lo que, con ojos como platos y sudores fríos, yo respondí: «Quizá en otra ocasión».
Jamás había salido tan rápido de una tienda. Supongo, porque jamás había estado en una tienda con esos precios. Este pequeño susto que viví no es otra cosa que una muestra de la variedad de ofertas que Gante tiene para todos nosotros. Ya quieras algo de marca o algo hecho a mano, algo barato o algo exorbitantemente caro, algo común o algo exclusivo, algo local o algo internacional; Gante es tu sitio, aquí lo encontrarás. Por no hablar de tiendas de segunda y tercera mano, que también abundan.
En conclusión, Gante es la ciudad de las posibilidades. Busca y encontrarás. Ahora, si una tienda no muestra los precios… ¡tal vez sea un buen momento para salir corriendo!
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Os invito a este extraño lugar. Aunque las visitas no son frecuentes, haremos de esta ocasión la excepción que confirma la regla. Bienvenidos a mi cabeza.
Seguidme, os llevaré a un sitio muy especial. Normalmente, tras esta puerta pintada de colores, uno puede toparse con espaguetis flotantes, junglas de pingüinos o ciudades invisibles… A decir verdad, la mayoría de las veces, ni siquiera yo mismo estoy seguro de lo que me espera al girar el pomo. De todas formas, hoy podéis estar tranquilos. Hoy sí sé lo que hay al otro lado:
Al otro lado está Gante. Y sus calles adoquinadas, clones en bici, música abstracta, dinosaurios, idiomas alienígenas, hechizos y, dentro de esta normalidad, infinidad de locuras.
Lo más seguro es que si os dejase sueltos por este lugar, acabaríais majaras. Como no queremos eso, os lo voy a enseñar poco a poco, durante cinco meses.