Me quedé perpleja cuando supe que existe una raza de ganado vacuno propio de Bélgica conocido como la “Blue Belgian”, o la belga azul. El nombre de esta raza autóctona viene del color gris-azulado moteado de su pelo (aunque puede variar del blanco al negro) y se caracteriza por su impresionante musculatura, producto de una herencia genética que le lleva a tener una mayor tendencia a convertir el alimento en músculo magro. De esta forma, la carne de esta raza cuenta con un mínimo de grasa.
Esta raza comenzó a originarse en el siglo XIX mediante el cruce de razas locales con otras como la Shorthorn del Reino Unido o la Charolais. Más adelante, a partir de la década de los 50 del siglo XX se desarrolló aun más mediante inseminación artificial, manteniendo la mutación natural del gen mediante la crianza directa y lineal de este tipo de vaca. Un verdadero experimento de ingeniería genética.
La explicación científica: la Blue Belgian tiene una mutación natural del gen de la miostatina, que es la proteína encargada de inhibir el desarrollo muscular. Así, este gen truncado hace que la proteína no funcione de forma normal y que el desarrollo muscular sea mucho mayor (hasta un 20% más en promedio) Pero a su vez, debido al mal funcionamiento de este gen, la dieta de esta raza de ganado debe contar con un mayor número de proteínas, para compensar esta falta.
Esta transformación genética ha generado un debate entre expertos ganaderos, científicos y grupos ecológicos. La carne que resulta es muy magra, con muy poca grasa, pero sus detractores afirman que la carne es poco tierna, debido precisamente a que cuenta con muy poca grasa. A esto los defensores de esta raza argumentan que sí es tierna debido a la existencia de una mayor cantidad de fibras musculares más pequeñas. Otros grupos ecológicos denuncian los problemas existentes en el momento del parto, pues los terneros son más grandes y pesados que los normales, y la mayoría de los partos deben hacerse por cesárea. Además añaden problemas en la cantidad y calidad del semen de los toros, pues parece que ambas se reducen. Algunos productores afirman además que la producción y mantenimiento de esta raza tiene un coste mucho mayor, debido a la necesidad de proveerles de una alimentación muy rica en proteínas y a su lento crecimiento, por lo que ponen en duda su eficiencia económica. El debate está en el aire…
Yo todavía no he tenido la oportunidad de probar esta carne, así que no me puedo pronunciar al respecto, pero si lo hago os comentaré mi impresión personal. Lo que sí puedo decir es que el aspecto de estas vacas les ha llevado a ganarse con razón el apodo de “Vaca Schwarzenegger”.