¿La playa de Bélgica? No es muy conocida dentro de España pero merece la pena ir a descubrir todos sus misterios. Como buen corresponsal de productos belgas me he fijado en los productos gastronómicos de esta región, especialmente de sus «garnaalkroketten» o croquetas de gambas del Mar del Norte (para que nos entendamos). Aunque las ostras son también muy famosas de esta región. Te cuento la experiencia.
Como buena ciudad costera podemos encontrar todo tipo de productos marinos, sobre todo marisco y pescado. En la mayoría de sus restaurantes típicos dominarán estas comidas y, resulta que las croquetas son una especialidad de esta región.
¿Dónde están las mejores croquetas de Bélgica? Te lo cuento
Hay un restaurante en Ostende que posee el premio a la mejor croqueta de langostinos. Una croqueta como Dios manda, bien crujiente por fuera y de relleno abundante con gran sabor a mar. Sin duda superarán las expectativas de los paladares más finos.
El restaurante donde podemos encontrar estas maravillas se llama «Eetkaffee Poseidon«. El precio de 2 unidades es algo excesivo, teniendo en cuenta la economía belga. 2 croquetas saldrán por el módico precio de 18€. Son premio nacional, así que lo dejo a vuestra elección.
Para los que no quieran dejarse tal cantidad, pueden encontrar otras opciones más baratas en restaurantes como Madam Croquet. Aquí podrás encontrar una selección de 7 mini croquetas belgas por 7,50€. Donde podrás probar los sabores más típicos de la región.
Ostente y sus croquetas os esperan, no os las podéis perder.
Mi nombre es Miguel Iglesias, soy el nuevo corresponsal Erasmus de Productos Belgas, así que mi labor estos meses va a ser degustar la mayor cantidad de cervezas, gofres, patatas y chocolates posible para hacer valoraciones y recomendaciones sobre cada uno de estos productos, así que no me puedo quejar. Pero antes de descubrir toda esta gastronomía belga, permitidme que me presente.
Soy un madrileño que estaba cansado de estar siempre en el mismo sitio y tenía ganas de salir a conocer mundo, otras culturas y otros ambientes. Por este motivo me vine de Erasmus a Bélgica, un país húmedo (Madrid es muy seco), muy verde y con muchos rincones por descubrir.
Soy estudiante de cuarto año de Ingeniería en Tecnologías Industriales en la Universidad Carlos III de Madrid. Por diversas aspiraciones profesionales, acabé de Erasmus en Lovaina, una pequeña pero acogedora ciudad universitaria a escasos kilómetros de Bruselas. Me quedaré aquí todo el año especializándome en ingeniería de materiales y organización industrial dentro de la Katholieke Universiteit de Leuven (KUL). Que resulta ser la universidad número 1 en investigaciones a nivel europeo, así que estoy ansioso por empezar y ver qué me puede ofrecer.