Si hay algo que me maravilla en esta zona de europa es su capacidad para reciclar: reciclamos plástico, papel, cartón, vidrio blanco y vidrio de colores, sí. Pero también reciclamos iglesias y las convertimos en museos, museos y los convertimos en discotecas, casas y las convertimos en… lo que te quieras imaginar.
En esta ocasión lo que se ha reciclado ha sido la zona del puerto del Schelde. Sí, se ha reusado, reutilizado y reciclado (las tres Rs que hay que tener en cuenta) convirtiéndola en esta ocasión en una zona de fiesta. Ya la conocíamos como zona de competición de skate, como vimos durante los Antwerp City Drops, pero el pasado viernes se convirtió en algo diferente: una zona de fiesta donde dar el cierre a una semana completa de duro trabajo y/o estudios. Más jóvenes y más mayores nos dábamos cita allí, bajo los radiadores que dispuso la organización para soportar el frío que ya vamos disfrutando en Amberes y pasar un ratito diferente dando por concluida la semana mientras buscabamos un ratito digno de ser recordado.
De esta forma se consigue revitalizar ciertas zonas de la ciudad, dándoles un nuevo uso y motivando a la gente para tenerlas en cuenta: comida servida en varios foodtrucks, bebida servida.. ¡por todas partes! y varios DJ consiguieron amenizar esta tarde de cerdos voladores. Como ellos mismos dicen, “¡tras una semana de 38 horas de trabajo hacen falta cerdos voladores para celebrar la noche perfecta del viernes!”.
No es la primera ocasión en que se celebra en esta ciudad que los cerdos rosas vuelan, es su tercera edición y cada una ha tenido lugar en un sitio diferente. Según dicen las malas lenguas la próxima será hacia diciembre, así que, preparad la cerveza y la cartera, seguid la página de Facebook de la organización para saber dónde será la próxima y… ¡nos vemos por allí, Flying Pigs!
¡¿Dónde te apetecería ver un cerdo volando más que en tu #erasmusamberes?!