Hace un par de semanas, tuve la suerte de contar con la visita de un amigo de España y por supuesto, uno de los lugares obligatorios para ver en su viaje, era la encantadora ciudad de Brujas. Para mi también era la primera vez, asi que aunque hubiera visto fotos, no sabia si iba a ser cierto todas las cosas maravillosas que me habian contado de la ciudad.
Nos levantamos un sábado por la mañana temprano para ir a la estación central de tren. Una vez allí, compramos nuestro billete hacia Brujas que costó 15 euros ida y vuelta, y subimos directamente al tren. Tuvimos que hacer transbordo en Gante, y el trayecto duró aproximadamente una hora y media. Al llegar, compramos un mapa en la estación que nos costó 50 ctms y al salir la lluvia nos esperaba. Sin embargo, bastó con que mi amigo se comprara un paraguas en un supermercado para que dejara de llover.
El casco histórico de Brujas está declarado Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000, y se nota por la cantidad de turistas que visitan sus calles. Fue muy curioso escuchar tantas voces en español mientras caminabamos, y que la gente andara tan perdida como nosotros mirando el mapa. Finalmente, decidimos caminar sin rumbo fijo e ir descubriendo las cosas casi por sopresa, eso hizo que más de una vez pasasemos por la misma calle, pero bueno, ¡así nos fijábamos más en los detalles!.
Cada rincón de Brujas parece de cuento, con sus casas de piedra al estilo medieval y los bonitos puentes que cruzan cada uno de los canales.
No tuve la oportunidad de hacerlo, pero una forma distinta de ver Brujas son los paseos en barca con guia incluido. Encontrarás varios puestos para comprar tu ticket por unos 7 Euros, y ya podrás ver más de cerca la cantidad de patos y cisnes que nadan por sus aguas. Pero si esta opción no te convence, siempre puedes optar por los coches de caballos que recorren los lugares más distinguidos de la ciudad.
Una buena forma para guiarte en tu viaje es ir hasta Grote Markt ( La Plaza Mayor), donde encontrarás las fachadas del Palacio Provincial y el monumento símbolo de la Libertad conocido como Atalaya. En sus alrededores te encontrarás numerosas calles con puestos de comida, tiendas de ropa y sobre todo de chocolate belga en todos sus variantes, ¡las fresas cubiertas con chocolate, fueron una de mis grandes tentaciones durante el viaje!.
Fue un día genial, y cansadísimos nos volvimos a Amberes más que satisfechos. Sin duda, ¡volveré encantada Brujas cuando reciba nuevas visitas!
Soy Andrea, una asturiana que vive en la calurosa isla de Tenerife, y durante los próximos meses seré ¡la nueva corresponsal Erasmus en la ciudad de Amberes!
Nunca me había planteado seriamente el tema de solicitar una beca Erasmus, sin embargo, tuve una corazonada, y supe que me iba a venir muy bien salir al extranjero en mi último año de Bellas artes y que seria una experiencia muy enriquecedora.
A pesar de estar estudiando diseño durante los tres últimos años, la fotografía de moda es mi pasión, por lo que fue toda una sorpresa ver que en mi universidad se ofertaba como destino la ciudad de Amberes, conocida por ser una ciudad moderna y cosmopolita donde la moda y el diseño ocupan un lugar muy importante. La gente me había hablado maravillas de la ciudad y no tardaron mucho en convencerme, así que después de mucho trámite y papeleo ¡por fin estoy aquí!