Brujas es mucho más que historia y cultura. Aunque a menudo se asocia con el virtuosismo y la maestría de los artesanos del pasado, la ciudad de hoy sigue siendo un caldo de cultivo para emprendedores creativos de todo tipo y desde luego tendría que estar en la bucket list de todo aficionado a las compras. Lo especial de ir de compras por Brujas es que a menudo encuentras tiendas tradicionales compartiendo espacio con firmas famosas, y estas, junto a galerías de arte modernas.
Comprar en Brujas es un verdadero viaje de descubrimiento, que va desde los recién llegados comercios de moda y ocio, pasando por tiendecitas antiguas que exudan nostalgia, hasta establecimientos clásicos que han sido gestionados por la misma familia durante generaciones.
Las calles comerciales
Si quieres comprar ropa, zapatos o decoración del hogar, la mejor opción probablemente sea pasear por una de las dos grandes calles comerciales de Brujas: Zuidzandstraat y Noordzandstraat. Allí encontrarás un montón de tiendas, incluidas marcas famosas. Ambas calles están situadas entre el Gran Mercado y la plaza más grade de Brujas, t’ Zand.
‘t Zilverpand
En la calle ‘t Zilverpand podrás encontrar un mini centro comercial al aire libre. Se encuentra entre las dos calles comerciales más grandes de Brujas (nombradas en el punto anterior) y alberga 25 negocios rodeados por tres preciosas plazas. Si lo que buscas son tiendas de ropa, comida para llevar saludable o salones de té con bonitas terrazas, te recomiendo que te pases por el ‘t Zilverpand.
Breidelstraat
Esta calle se encuentra entre la Gran Plaza del Mercado y el Burg. Dado que Breidelstraat atrae a una gran masa de turistas, hay una gran cantidad de tiendas de recuerdos. Esta calle también es un lugar perfecto para adquirir productos locales como gofres, chocolate y algunos de los famosos encajes de Brujas.
Wijngaardstraat
La zona del Wijngaardstraat está compuesta por pequeñas calles acogedoras justo en el centro turístico de Brujas. Un plan único es pasear por Walplein, Wijngaardstraat y Wijngaardplein e ir entrando en sus encantadoras tiendas de recuerdos, tomar algo en sus bonitos salones de té y de paso comer algo en algún restaurante de la zona.
Soy Núria, una catalana de veintidós años que lleva esperando su Erasmus en Flandes desde antes de empezar la carrera. Me encanta leer, escribir y hablar. Escuchar también, me encanta aprender cosas nuevas. No podría vivir sin arte. Cuando estoy triste escucho música y cuando estoy feliz también. Amo comer, supongo que el amor por la comida me viene de mi padre. En mi casa, siempre hemos sido de probar platos típicos de otras culturas, y no solo eso, de aprender a cocinarlos también.
Desde los catorce, tuve claro a qué me quería dedicar. Mi sueño era bastante específico: estudiar periodismo en Madrid. Luego, llegó el bachillerato y con ello las clases de economía. Nunca pensé que me fuera a gustar algo así, pero vaya si me gustó… La economía me generaba una curiosidad tan grande, que la puse de primera opción junto con ADE. De esta forma, en 2016, empecé un doble grado en economía y ADE. Descubrí un mundo nuevo, y fui consciente de lo importante que era la economía para ayudar a la gente. Comprendí que los economistas son importantes, pero no para lo que cree la mayoría de la gente. Ellos pueden elaborar modelos para reducir la pobreza, extinguir la corrupción e incluso evitar guerras. A medida que aprendía más cosas, mi amor por la economía crecía. Hoy, la economía me apasiona, de esto no tengo ninguna duda, pero el periodismo aún forma parte de mí.