Hola de nuevo a tod@s. En el post de hoy, os voy a contar la excursion que hice hace unos días al museo de la cerveza ‘De Koninck‘ y al restaurante-brasería ‘Black Smoke‘. Además de disfrutar como una enana, aprendí cosas nuevas.
Resulta que, tras el padrón social que supuso el Covid-19, todo vuelve a retomar su curso por Amberes. Los bares ya han abierto, con sus correspondientes terracitas, las tiendas de ropa permiten la apertura de los probadores, los supermercados comienzan a estar menos abarrotados, etc.
Por fin llega el final de exámenes, así que no cabe lugar a duda de que los planes con amigos comienzan a resurgir de cara al verano. Como ejemplo la excursión que os he comentado.
De Koninck
En primer lugar, os diré que no es un plan caro, así que se amolda perfectamente a una tarde llena de diversión a un coste ajustado. La entrada del museo de la cerveza cuesta 10€. Además, se puede adquirir on-line o en la tienda de acceso al mismo museo. De todos modos, no te apures porque la visita está llena de sorpresas.
Antes de comenzar el tour, se recibe un regalito en forma de cerveza tirada. Se trata de una Bolleke (también llamada De Koninck). La verdad que se agradece mucho un sorbito de cerveza fría después de, en mi caso, una pateada en bici de 20 minutos.
El tour en sí es francamente interesante. Te explican curiosidades, hechos históricos, y hasta truquillos para preparar tu propia cerveza. Además, cuentan con una gran cantidad de salas ambientadas de diferentes modos, de acuerdo a la historia que te van a contar.
Finalmente, cuando acabas el tour, los dueños se encargan de que tu garganta siga estando tan hidratada como al principio. Por ello, te sirven una Tripel D’Anvers bien fresquita.
Con tanto beber, nos había entrado hambre, así que seguid leyendo y descubriréis dónde cenamos aquel día.
Black Smoke
Black Smoke se trata de una brasería donde prácticamente todo su menú se basa en carne cocinada de diferentes maneras. Y es que, no es por casualidad, pero se sitúa en la tercera planta del edificio colindante a De Koninck.
Allí, nos pedimos cuatro platos para comprartir entre cinco, acompañados por supuesto de frites. En cuanto a la comida, espectacular, no tengo palabras… Pero también he de nombrar que el restaurante en sí tiene un encanto muy peculiar, mirad la foto a continuación.
Finalmente, después de pagar la cena que no fue del todo barata, como imaginaréis, subimos al rooftop del edificio para disfrutar de unas maravillosas vistas acompañadas de una afrutada Kasteel Rouge.
Muchas gracias por leer este post, ¡nos vemos en el próximo!
Mi nombre es Alba Aparicio, y soy la encargada de contaros todo lo relacionado con Amberes durante este segundo cuatri.
Aunque mi aventura en Flandes no empieza ahora chicos, ya han pasado 5 meses desde que mis 3 maletas y yo aterrizamos aquí. Durante este tiempo, no he parado de viajar, descubrir, probar cosas nuevas… En definitiva, empaparme de la cultura flamenca para poder contaros lo mejor posible todos los tips y secretillos de esta ciudad.
No os hacéis a la idea la cantidad de eventos y actividades que podéis hacer día a día en Amberes, es una de las ciudades más dinámicas que he conocido nunca. Si venís con expectativas de poder llegar a aburriros, lo tenéis difícil. Tanto en redes sociales como en posters por la calle, podéis encontrar un montón de eventos a los que ir y disfrutar. No os preocupéis si no dais con ellos, personalmente me dedicaré a haceros llegar esa información.