Llegas por primera vez a tu destino Erasmus, te encuentras una habitación vacía y sin ningún signo de vida.
Triste.
Y de pronto, sientes la necesidad de decorar tu cuarto y hacerlo más tuyo. Aunque siempre está el listo o lista de turno que dice:
– Pero… qué más da, si solo vamos a estar unos cuantos meses aquí.
No le hagas caso, existen muchas formas fáciles de decorar tu habitación, incluso si te da pena luego quitarlo porque llegará el momento de irte, tienes muchas opciones para salvar toda esa decoración.
De hecho, es mucho mejor si dedicas tiempo a ambientar tu espacio personal. Llegará un momento en el que te sentirás sobre saturado de estar siempre rodeado de personas y entonces querrás estar solo y qué mejor que en tu propia habitación.
Una de las maneras más comunes, es colgar cuadros o ponerlos en estanterías, o directamente pegar fotografías de los seres queridos que dejaste atrás, una manera de sentirlos cerca a pesar de la distancia y que te hagan el ambiente más agradable, casi como en casa.
Otra forma, que es por la que hemos apostado la mayoría de nosotros, es pegar cualquier detalle que te recuerde a alguna experiencia vivida en el propio Erasmus. Como lo que más destaca del nuestro son los viajes, nos dedicamos a coleccionar postales y los pegamos en una de nuestras paredes. También las encontramos en distintos recintos, ya sea en las universidades, museos o cafeterías. Además, según las épocas del año, van renovándolas y siempre tienes variedad donde elegir.
También rescatamos posavasos de los distintos bares que frecuentamos, una manera muy sencilla de darle personalidad a tu habitación. Aquí os dejo algunos ejemplos, como veréis, a alguno se le está yendo de las manos, ¡y aún nos queda la mitad del cuatrimestre!