“Confusión mental caracterizada por alucinaciones, reiteración de pensamientos absurdos e incoherencia.”
Esta es la definición que da la Real Academia Española para la palabra “delirio”, del latín delirium. Aquí en Bruselas este término indica hacia otra dirección completamente diferente que quién sabe si acabará derivando en unos síntomas semejantes pero desde luego la reacción instantánea no será nada parecida.
Delirium es sinónimo de cerveza, alegría, júbilo, tradición. Es uno de los bares clásicos de Bruselas, uno de los más famosos y por supuesto uno de los que más turistas atrae. Si soy sincero es difícil no encontrar algún grupo de españoles probando alguna cerveza.
Porque esa es sin duda la máxima del bar, poner a disposición de los clientes todas las cervezas que éste pueda desear. No se sabe exactamente por donde va la cuenta actualmente, pero ellos afirman tener al menos 2400 cervezas diferentes. De hecho este bar tiene el record Guiness al bar con mayor número de ellas.
Os podéis imaginar cómo es la carta de cervezas. Efectivamente, tan tan interesante… que hasta la tienen puesta a la venta para aquellos que deseen hacerse con ella. Las cervezas que ahí podemos encontrar están clasificadas: primero en un apartado de selección del propio bar y después por países. Si se tiene muchas ganas se puede pedir incluso una Estrella Galicia por ejemplo.
El bar tiene varias plantas, la planta principal es donde encontramos las cervezas de grifo en total tiene nada menos que 27 grifos diferentes para degustar cervezas recién tiradas. La planta de abajo es el lugar para probar nuevas de gustos u orígenes diversos.
En general el ambiente es excepcional, siempre se puede encontrar bastante lleno; es probable que haya que esperar un par de minutos para pedir aquello que desees, pero en mi opinión merece la pena ir a este bar para probar alguna de las cervezas que ofrecen. De hecho, tienen una cerveza propia de este bar, de la que muchos dicen que es una de las mejores del mundo.
En mi opinión, tras haber pasado aquí unos cuantos meses y haber probado unas cuantas cervezas belgas he llegado a la conclusión que sería erróneo quedarse sólo con una y lo cierto es que el Delirium parece el lugar perfecto para poner a prueba esta teoría.