¿Quién no ha oído hablar de la fama de los mejillones belgas? Si estás pensando en venir de Erasmus a Bélgica, tienes que probarlos. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre los mejillones belgas, desde su historia hasta cómo cocinarlos como un verdadero belga.
Los mejillones belgas tienen una larga tradición que se remonta a la Edad Media. Se cultivan en la costa norte de Bélgica y se consideran una de las especialidades culinarias más emblemáticas de la región. Además de su sabor único y su textura tierna, los mejillones belgas son conocidos por ser muy fáciles de cocinar. Todo lo que necesitas es apio, puerro, cebolla y un vaso de agua. Eso sí, como buenos estudiantes decidimos simplificarnos la vida y hacerlos con un sofrito de ajos, también muy buenos.
Los sencillos pasos para cocinarlos
Para cocinar mejillones como un verdadero estudiante erasmus belga, simplemente sigue estos pasos: sofríe los ajos cortados hasta que estén dorados, agrega los mejillones y un vaso de agua, tapa la olla y espera a que se abran. En poco tiempo, tendrás una explosión de sabor en la boca gracias a la combinación de los ajos con el mar que llevan los mejillones dentro.
Además, los belgas tienen la tradición de comerlos con patatas fritas. Sí, has leído bien, con patatas fritas. Aunque a primera vista puede parecer extraño, una vez que pruebes esta combinación, entenderás por qué es tan popular en Bélgica.
Si quieres experimentar una verdadera delicia culinaria belga, no dudes en probar los mejillones. Ya sea cocinándolos tú mismo o disfrutándolos en alguno de los muchos restaurantes de la región, estamos seguros de que será una experiencia que no olvidarás. Así que ¿a qué esperas? Ven a Bélgica y descubre la fama de los mejillones belgas.
Mi nombre es Miguel Iglesias, soy el nuevo corresponsal Erasmus de Productos Belgas, así que mi labor estos meses va a ser degustar la mayor cantidad de cervezas, gofres, patatas y chocolates posible para hacer valoraciones y recomendaciones sobre cada uno de estos productos, así que no me puedo quejar. Pero antes de descubrir toda esta gastronomía belga, permitidme que me presente.
Soy un madrileño que estaba cansado de estar siempre en el mismo sitio y tenía ganas de salir a conocer mundo, otras culturas y otros ambientes. Por este motivo me vine de Erasmus a Bélgica, un país húmedo (Madrid es muy seco), muy verde y con muchos rincones por descubrir.
Soy estudiante de cuarto año de Ingeniería en Tecnologías Industriales en la Universidad Carlos III de Madrid. Por diversas aspiraciones profesionales, acabé de Erasmus en Lovaina, una pequeña pero acogedora ciudad universitaria a escasos kilómetros de Bruselas. Me quedaré aquí todo el año especializándome en ingeniería de materiales y organización industrial dentro de la Katholieke Universiteit de Leuven (KUL). Que resulta ser la universidad número 1 en investigaciones a nivel europeo, así que estoy ansioso por empezar y ver qué me puede ofrecer.