Descubriendo Bélgica y sus personas

Y el tópico dice que los belgas son muy muy cerrados, serios, reservados, poco amistosos pero..hoy vengo con todas mis armas para destruir este tópico.

Sí, por lo general los belgas no son muy “explosivos” pero es que… ¿ a caso todos debemos serlo? Quizá sean más calmados pero esa no es razón para adjudicarles todos los adjetivos anteriormente expuestos. Así como en España aquí también encontrarás personas de todo tipo, colores y sabores.

No se si lo que he tenido es buena suerte pero en el camino me he encontrado con gente muy muy agradable que se alejan mucho del tópico, es más, estando a kilómetros de casa me han hecho sentir como en casa. A continuación os presentaré algunas de esas personas con las que trato mi día a día aunque solo sea cinco minutitos pero que siempre me reciben con una gran sonrisa.

Al llegar a Lovaina esperaba que todo el mundo fuera seco conmigo, ya venía preparada, pero de repente lo que me encontré fue un taxista muy hablador a pesar de su no muy buen nivel de inglés, una señora que me indica a la perfección donde puedo encontrar la tienda más barata para comprar un almohada, incluso compartimos algunas bromas, también una cajera que me recibe con su mejor sonrisa aún siendo última hora del día y a Goedle una chica belga muy agradable de la que conservo una receta de un bizcocho delicioso que me dejó probar.

 Aquí tenemos a Jelle y Kristina, dos trabajadores de una tienda de teléfonos que son muy agradables, no solo con fin comercial, la verdad es que muchas veces me he pasado por ahí para resolver dudas sobre mi día a día en Lovaina. Jelle sabe unos cinco idiomas (incluido japonés) es muy divertido escucharle hablar porque le pone pasión a cada palabra que dice.

 La cajera de Carrefour ¡una dulzura de chica! Es estudiante de economía pero este semestre tan solo tiene que hacer el proyecto final de carrera es por ello que decidió ocupar su tiempo libre trabajando.  Siempre me recibe con una gran sonrisa  y en los cinco minutos que tardo en guardar mi compra y pagar disfrutamos de una pequeña charla.

Por aquí tenemos a las secretarias de la oficina de registro de Lovaina, siempre muy amables y dulces incluso pude compartir una conversación en español con la chica de la izquierda. Sema está estudiando español, tan solo lleva cuatro meses pero tiene un nivel digno de admirar.

Os presento a un amigo de una hora de tren cuando volvíamos de Liège a Lovaina. Ese día eramos un grupo muy grande de estudiantes internacionales y como no,  el bullicio acompañó todo el trayecto. Este chico en vez de seguir su viaje tranquilamente mientras escuchaba música, se interesó por nosotros y  acabamos hablando todo el trayecto.

Y por último ¡la más sociable de todas! A esta pequeñaja la conocí en el tren yendo para el carnaval de Mastricht, lo gracioso es que durante todo el trayecto me estuvo hablando mientras sus abuelos le recordaban que yo no no entendía  flamenco y por lo tanto tampoco lo que me decía, aún así nos los pasamos genial.