¡Hola a todos y todas! Hoy os vengo a contar una de mis experiencias más recientes que llamaremos: ¡descubriendo la naturaleza flamenca! Si quieres saber que me ocurrió la semana pasada, lo cual recomiendo 100%, ¡sígueme en esta aventura! ¡Vamos!
¡Escapada y acampada!
Todo llega y todo pasa. Es inevitable ponerse triste al pensar que en unas semanas, grupos de amigos que se han forjado durante casi un año se verán forzados a separar sus caminos para volver a España. Pero que no decaiga la fiesta, o eso es lo que mi grupo piensa. Queríamos hacer una última ‘locura’ antes de que nos tuviéramos que ir y así fue. Ya veréis…
Tras unos días pensando, dijimos de ir de acampada por algún paraje natural de por aquí cerca y, si de camino pasábamos por algún sitio interesante, pues mejor que mejor. Bueno, una amiga nuestra nos dijo que su prima, que vive en Amberes conocía una zona muy verde cerca del puerto de Amberes, al norte. Nos lo vendía como un contraste muy fuerte entre verde y humanidad. Y así cogimos y nos fuimos con las bicis, esto es lo que nos ocurrió…
Puerto de Amberes, DeWaterbus y Fort Liefkenshoek
Si fuera por nuestra amiga hubiéramos ido todo el camino el bici, para que os hagáis a la idea eran como 30km en la Swapfiets. Menos mal, que vimos que DeWaterbus nos acercaba un buen trecho, así que por solo 4€ tuvimos un viaje de ida y vuelta en barquito de más o menos una hora. Además matábamos dos pájaros de un tiro, ya que podríamos ver Fort Liefkenshoek y el puerto desde dentro.
Fort Liefkenshoek son los restos de un antiguo fuerte de defensa a la orilla del Escalda. es curioso de ver, pero lo gordo viene ahora. Si no sois muy aficionados de el barullo, no os lo recomiendo, ahora bien, el puerto de Amberes es de otro mundo. Es inmenso y la verdad que te sientes pequeñito entre tanta grúa y barco. Que esa es otra cosa, ¡vaya barcos, eso eran ciudades flotantes!
TIP: Si quieres pasártelo bien, ve en bici y saluda a cada camionero que pase. ¡Te van a deleitar con mil tipos distintos de cláxones!
Doel, frontera y camping
La segunda parte del trayecto es, quizá, la más verde. Tras salir del puerto, entrarás en campos y campos principalmente de cultivo. La primera visita, es casi obligada si pasas por ahí, el pueblo abandonado de Doel. Y es que este pueblo fue abandonado, no por el peligro del río, sino por los planes de expansion del puerto. Así que aprovechad, puede que en unos años no quede nada de Doel.
Continuando nuestra ruta por la región de Waasland, ya no os queda casi nada para poder (si os animáis) cruzar la frontera con Los Países Bajos. Nosotros lo hicimos, y es curioso porque, para cambiar de país pasamos por el pueblito de Prosper, que ¡la mitad de sus casas están en suelo flamenco y la otra, en suelo holandés! Tras retomar el camino y volver a Flandes, nos acercamos a una zona con un pequeño lago donde nos pudimos refrescar y pasar el día. Nosotros acampamos en el jardín de la casa de un conocido, pero, no te preocupes si no conoces a nadie de por ahi (de hecho es lo más normal) porque hay varios campings donde deleitar tu instinto natural.
Espero que os haya gustado mi penúltimo post y ¡nos vemos el el último!
Mi nombre es Alba Aparicio, y soy la encargada de contaros todo lo relacionado con Amberes durante este segundo cuatri.
Aunque mi aventura en Flandes no empieza ahora chicos, ya han pasado 5 meses desde que mis 3 maletas y yo aterrizamos aquí. Durante este tiempo, no he parado de viajar, descubrir, probar cosas nuevas… En definitiva, empaparme de la cultura flamenca para poder contaros lo mejor posible todos los tips y secretillos de esta ciudad.
No os hacéis a la idea la cantidad de eventos y actividades que podéis hacer día a día en Amberes, es una de las ciudades más dinámicas que he conocido nunca. Si venís con expectativas de poder llegar a aburriros, lo tenéis difícil. Tanto en redes sociales como en posters por la calle, podéis encontrar un montón de eventos a los que ir y disfrutar. No os preocupéis si no dais con ellos, personalmente me dedicaré a haceros llegar esa información.