Llegamos al fin de septiembre con muchas ganas de más viajes, de más Flandes y de más #ErasmusLovaina. Pero antes de seguir con todos esos planes, merece la pena pararse un momento y disfrutar del buen tiempo (aún).
Si se pregunta a los belgas cómo pasar un rato relajado, lo más seguro es que respondan que en el porche de una casa de campo, desde el que se vea el campo de Flandes, leyendo un libro o escuchando música… y con una copita de JENEVER.
Lo que muchos os preguntaréis, o nos preguntamos en su día, es obvio: ¿Qué es eso del jenever?
El jenever, también llamado “Dutch gin” es la bebida nacional en Bélgica y Países Bajos, de la cual surgió por evolución la más conocida ginebra. Es un licor destilado a partir de malta y aromatizado con bayas de enebro, como la bebida inglesa, pero sólo el jenever producido en Bélgica y Países Bajos, además de algunas regiones de Francia y Alemania, puede recibir ese nombre.
Este licor tan apreciado lleva produciéndose en Flandes y otras regiones desde hace más de cinco siglos, usado al principio como preparado medicinal (y hasta veterinario), a partir de cebada malteada, cebada y centeno en unas cantidades precisas. Ese caldo es calentado para que se liberen sus azúcares, y se añaden levaduras, para obtener un “vino” de 8º.
Este vino es destilado para obtener un licor (phlegm) de 35º, en una primera destilación o ruwstook. Como tiene un aroma muy fuerte, este phlegm es destilado una segunda vez, o rectificado, donde se separan los alcoholes no deseados, obteniéndose un “moutwijn” de 65º.
Por último, se almacena en barricas y se deja madurar un mínimo de 6 meses, se filtra y se rebaja con agua hasta los 40º, añadiéndose también un extracto alcohólico con los aromas que se desea que tenga el jenever finalmente.
¿Y qué aromas puede tener? ¿Hay muchos tipos?
Hay infinidad de sabores y texturas para el jenever: frutas, especias, hierbas, más cremosos, más líquidos… Probarlos todos es una tarea ingente, pero para probar unos cuantos tipos diferentes nada mejor que los mercadillos navideños de Flandes, donde es tradición reunirse en los puestos y beber jenever (¡mientras se disfruta de la música y todas las actividades que veremos en otros posts!)
Existen dos tipos predominantes de jenever, el viejo (Oude), que lleva un alto porcentaje de destilado de grano; y el joven (Jonge), que lleva un destilado que puede no ser de malta. Como veis, viejo y joven no se refiere a tiempo de maduración sino a distintas formas de destilarlo en dos épocas distintas, y ambos tipos tienen una forma de tomarse, servirse y almacenarse también distinta.
El jonge jenever se bebe frío en vaso de chupito, porque no tiene tantos aromas tostados como el viejo. Por ello se puede guardar en nevera o congelador. Sin embargo, el oude jenever se bebe del tiempo, en copa pequeña con el fondo más ancho que el borde, pues así se aprecian mejor todos los aromas que posee, que de beberse frío o en vaso abierto podrían disiparse.
¿Que cómo sé tanto sobre el jenever?
Muy fácil, sólo hace falta acercarse al Jenevermuseum de Hasselt (aquí), donde de 10 a 17h, salvo los lunes que está cerrado, podremos aprender muchísimo sobre este licor, su historia y su fabricación, además de contar con una gran colección de carteles publicitarios y botellas antiguas. Hay una sala en la que hay numerosos aromas y jenevers, para poder comprobar su olor. Por último, sólo decir que el museo es una mini-destilería en activo, que sólo produce unas 1000 botellas al año, a la venta en su bar.
Más buenas noticias, la entrada son 9 € para mayores de 26 años, e incluye una degustación al final, pero para menores de 26 cuesta sólo ¡UN EURO! (sin consumición)
Por si no esto no era suficiente para querer ir, el museo se ubica adyacente al complejo del Beaterio de Hasselt, con lo que no hay excusa para no hacerlo!
Para saber más, aquí (web sobre la historia del jenever) y aquí (web del museo). Tampoco dejéis pasar la oportunidad de ver muchas fotos en nuestro Flickr!
¡No os perdáis los siguientes posts, van a ser geniales! Más espirituosos y viajes en… #ErasmusLovaina ¡No faltéis!