En episodios anteriores, hemos narrado la gran importancia que tuvo la rivera del río Yser durante la primera Guerra Mundial. Dicha batalla ha impregnado la memoria colectiva de sus gentes y muchos son los símbolos y actos que sirven de referencia sobre aquella época nefasta de la historia de Europa. Pueblos como Poperigne, Yper o Dixmuda han servido como pequeños museo para recordar aquellos tiempos. Muchos murieron a orillas del río Yser y toda la población les quiere rendir un gran tributo.
Una de las trincheras más famosas de aquella guerra se encuentra a escasos kilómetros de la ciudad de Dixmuda, a orillas del río. Es la conocida como la trinchera de la muerte, un nombre que no necesita explicación. Estos lugares se han conservado para intentar plasmar el infierno que sufrieron muchos soldados hace cien años. Alrededor de la trinchera se ha construido un pequeño centro que sirve como museo. Podemos encontrar en su interior una gran variedad de herramientas interactivas para comparar el presente con aquella época. Fotografías e instantáneas completan la colección, sin contar con la gran cantidad de objetos de aquella época, tales como armas, ropajes, libros…todo lo necesario para que no olvidemos el horror que supone la guerra y el gran impacto que deja una vez acabada.
Puedes dar un paseo recorriendo los tortuosos laberintos que forman la trinchera, con pequeñas explicaciones acerca de sus muros y senderos, así como posibles pasadizos. Podrás viajar cien años atrás y comprender como fueron aquellos años infernales. Todo visitante confronta el significado de la vida y la muerte, así como los estragos de la guerra. Una muestra más de lo ocurrido en los campos de Flandes.
Soy un madrileño, bastante castizo, nacido hace casi 24 años. Llegué a la ciudad de Lovaina hace dos años para estudiar un Master en Ingeniería biomédica. Soy un gran amante de la literatura y de la historia (sobre todo de las Guerras de Flandes, así que estáis de suerte).
Estos años me he dedicado, además de a beber cerveza, a recorrer los paisajes flamencos en bicicleta. Por tanto, mi idea es enseñaros algunos trucos y rutas interesantes aptas para todos los gustos y condiciones físicas.
Soy un enamorado de la arquitectura flamenca y brabanzona, y me gustan mucho los pueblecitos pequeños, así que intentaré enseñaros lugares menos conocidos o frecuentados. Como ya habréis podido imaginar, soy un gran amante de la cerveza belga ( siempre con responsabilidad) y tanto tiempo aquí me ha dado la oportunidad de probar muchas, así que haré alguna que otra sugerencia para aquel que se deje aconsejar.
Tampoco faltará información sobre festivales de música de todo tipo y forma, uno de los mayores atractivos veraniegos, y de vez en cuando algunos consejos sobre donde comer platos típicos, restaurantes con encanto, alguna fiesta que otra… todo lo necesario para disfrutar de un verano inolvidable.