Hoy en día las fotos se han convertido en un elemento esencial e imprescindible de todos y cada uno de nuestros viajes. Todos acabamos sacando fotografías de los mismos lugares como si no existieran ya 57893 iguales en internet, desde todos los ángulos posibles. Sin embargo, existe un cariño especial a aquellas fotos que hemos tomado nosotros mismos.
Aunque mil personas lo hayan hecho antes, tú has tenido que pararte a buscar el ángulo perfecto, has medido la luz y te has fijado en centrar el horizonte para que no saliera girada. Has paseado por aquella ciudad, buscando los rincones más especiales, las fachadas más bonitas y los encuadres más favorecedores. Para al volver a casa y ver cada una de las imágines congeladas dentro de la pantalla, puedas volver a sentir parte de la emoción que sentiste al ver aquellos sitios por primera vez.
Las fotos de los lugares son bonitas, pero se sienten muchísimo más especiales cuando en ellas salen las personas a las que quieres, las personas que te acompañaron en ese viaje, o incluso tú mismo. En unos años cuando las vuelvas a mirar te acordarás de cómo era aquella joven adolescente, llena de vida e ilusión que le sonreía ingenuamente al objetivo.
Hoy os traigo algunos de los mejores lugares de Brujas para crear esos recuerdos.
Grote Markt
Empecemos con uno de los lugares más bonitos y especiales de Brujas. Al llegar a esta plaza, se hace difícil elegir tan solo un sitio para fotografiar. Mires a donde mires ante ti se alzan preciosos edificios de estilo gótico, intercalados con fachadas al más puro estilo medieval.
Un lugar muy especial que descubrí hace poco y permite fotografiar la plaza de manera panorámica, es la terraza del “Historium”.
Para acceder a ella, deberemos atravesar la atracción virtual de “Historium Story + Exhibition”, que además merece muchísimo la pena… AQUÍ podéis encontrar más información acerca de la exposición.
Las fotos desde ahí arriba se ven espectaculares, incluso en un día un poco nublado, los colores de los edificios resaltan de manera llamativa. Tanto a la derecha como a la izquierda de la terraza encontrarás vistas muy especiales.
Si no tienes tiempo de visitar la exposición y llegar así hasta la terraza, también puedes conseguir fotos muy bonitas desde la parte de debajo de la plaza. Por ejemplo, delante del edificio “Proviciaal Hof” lugar de reunión del gobierno de la provincia de Flandes Occidental. O delante de las famosas fachadas de colores rojizos que decoran la parte norte de la plaza.
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Cerca del canal
Bajando desde la plaza por la calle “Wollestraat” hasta llegar al canal encontraremos varios lugares muy especiales, mis favoritos son cualquiera de las vistas que existen desde el pequeño puente decorado con la estatua de San Juan de Nepomuceno. Desde ahí podemos mirar la calle hacia arriba o si bajamos hacia la izquierda y nos sentamos en el bordillo podemos tomarnos fotos preciosas con el canal de fondo y otras casitas características de la ciudad.
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Un rincón secreto
La calle «Steenstraat» es otra de mis favoritas, sin embargo, debido a todas las tiendas que se encuentran ahí, es difícil conseguir una foto en la que no salgan cientos de personas detrás o alrededor. Aquí os traigo dos rinconcitos donde podéis huir un poco de toda la multitud. El primero es una de las escaleras que dan acceso a la Catedral de Brujas, enfocando la cámara hacia la pequeña calle “Sint-Salvatorskerkhof”. El otro rincón secreto es la calle “Zilverstreeg”, más parecido a un pasadizo secreto entre los edificios que una calle como tal, pero muy muy bonito.
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Mi puente favorito
Por último, os traigo mi puente favorito por excelencia en Brujas, se encuentra en la calle “ Langestraat” al lado de la tienda de antigüedades “Dag & Zonne”, mires al lado que mires las vistas son preciosas y plasman a la perfección la sencillez pero detallada belleza de Brujas.
Espero que las fotos os hayan ayudado y/o inspirado. ¡Nos vemos pronto!
Mi nombre es Luna, tengo 20 años y vivo en Madrid. En general soy una apasionada de la vida, de los viajes, el arte, la música, el baile, el surf, el mar, la escalada… todo lo que suponga una aventura para mí siempre será un SÍ.
Este semestre mi aventura comienza fuerte: me he mudado a Brujas ¡La ciudad de ensueño! Y aunque apenas lleve aquí una semana, os puedo asegurar que así es. Todas las calles están bañadas de un aura especial, casi mágica.
Recuerdo una de las primeras noches aquí, entre las vacaciones y la lluvia las calles estaban vacías. Paseando a la luz de las farolas, sentí como si me transportara a otra era… Los suelos empedrados, el musgo creciendo por las paredes de una gran iglesia gótica, cuyas vidrieras relucían con luz propia. Todo parecía salido de un precioso y enigmático cuento medieval.