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SI existe un emblema por excelencia de la ciudad de Bruselas, ese es el Manneken Pis. Esta pequeña estatua es un gran motivo de orgullo para los bruselenses y su imagen ha dado la vuelta al mundo. Una de sus cosas más características son sus disfraces y vestidos, pero, ¿cuándo y por qué inició esta tradición? ¡Te lo cuento en este post!
Para conocer un poco mejor la historia del Manneken Pis, he visitado su “armario”, el GardeRobe Manneken Pis, a una escasa calle de la localización actual de la estatua. Este singular museo alberga una extensa colección de vestidos, aunque el número total es tan amplio que solo puede mostrarse una parte del total, que va cambiando con el paso del tiempo mientras algunas de las piezas se van restaurando y limpiando.
Los primeros disfraces del Manneken Pis datan del siglo XVII, cuando algunas de las familias más importantes de la ciudad donaban algunos vestidos para festividades importantes. Desde entonces, la colección ha ido aumentando con rapidez. Algunos países, sabedores de la importancia de la estatua para los belgas, han regalado al país vestidos característicos de su cultura como muestra de cordialidad y diplomacia.
El ejemplo más claro lo encontramos en el siglo XVIII, cuando el rey francés Luis XV donó a la ciudad de Bruselas un traje real hecho a medida para el muñeco como disculpa. Y es que, durante la ocupación francesa de la ciudad por la Guerra de Sucesión Austriaca, las burlas eran constantes por parte de los soldados franceses, algo que dolió mucho a los bruselenses.
Con el tiempo, muchas regiones y países también han aprovechado el muñeco para darse a conocer ante el mundo. Al donar un vestido como obsequio para el muñeco, consiguen que la gente que lo vea se interese en descubrir por qué está así vestido.
El museo, así como la responsabilidad de cambiar de vestido al muñeco corre a cargo de la asociación sin animo de lucro “Amigos del Manneken Pis”, que trata de cuidar y proteger esta tradición centenaria y emblemática.
La exposición se divide en varias zonas, en las que encontramos los vestidos por diferentes temáticas (países, folklore belga, arte, cultura popular…). Algunos de los más curiosos están en este último apartado, donde podemos ver al Manneken Pis disfrazado de emblemas mundiales tales como Mickey Mouse (donado por Disney), Obelix, el famoso maillot amarillo del Tour de Francia, la selección belga de fútbol o Elvis Presley.
Además, la visita se complementa con pantallas táctiles en las que puedes conocer todos los disfraces que se encuentran guardados y que no están expuestos, así como una zona en la que tú mismo puedes vestir al Manneken Pis de la manera que más te guste. La entrada cuesta cinco euros e incluye audioguía. ¿A qué esperas para descubrir a fondo uno de los emblemas de Bruselas? Más información aquí.
¡Nos vamos viendo!
Jose
¡Qué ilusión me hace estar escribiendo por fin estas palabras! A partir de este mes de febrero empiezo como corresponsal de Erasmus en Flandes y tengo muchas ganas de enseñaros mi trabajo. Recoger el testigo de Yolanda en cuanto al tema de Patrimonio es todo un honor.
Antes de nada, me presento. Me llamo José Manuel Ortega y tengo 20 años. Nací en Granada, pero he vivido toda mi vida en La Línea de la Concepción, un pueblo de Cádiz. Estudio Traducción e Interpretación en la Universidad de Granada y, actualmente, estoy realizando un intercambio Erasmus en Bruselas de curso completo.