Desde tiempos inmemoriales el cuerpo humano ha sido siempre una de las mayores formas de expresión artística. Pintura, escultura, fotografía. La morfología humana ha sido una muestra de armonía, belleza, sentimientos, expresividad, movimiento, etc. Diferentes cánones, pero la búsqueda de transmisión no verbal por medio del arte ha sido históricamente un objetivo común. Y quizás, cada uno de nosotros tengamos una sensación diferente al admirar ciertas obras en las que el lenguaje corporal es el protagonista.
La expresividad no verbal del cuerpo humano es el tema central de la exposición Body Language del M Museum de Lovaina, disponible hasta el 19 de abril de 2020. Es interesante observar movimiento en lo estático. Las inertes muestras artísticas en forma de esculturas, pinturas y fotografías parecen adquirir vida propia, como si de una función teatral se tratara. Dos amantes antes de besarse, la natural danza de unas bailarinas… Nuestra mente nos engaña, intuye dinamismo en las esculturas.
Fotografías de personas durmiendo y descansando en la calle. Cada uno en una postura única, personal, transmitiendo al espectador del museo diferentes sensaciones. La expresividad en cuadros con cuerpos desnudos de mujeres que hace años eran considerados una provocación prácticamente prohibida e intolerable. La sensualidad de lo natural y lo cotidiano.
Diferentes esculturas muestran la expresividad de la parábola del hijo pródigo, en ese emotivo instante en el que el padre muestra misericordia. Diferentes estilos que evocan sensaciones y sentimientos similares. Por otro lado, esculturas de un arquero, de una mujer que parece prisionera, encadenada.
Formas más o menos perfectas, en diferentes grados de realismo, pero que harán que nos demos cuenta de todo lo que dice nuestro cuerpo y nuestras expresiones, sin necesidad de articular palabra. Y es que ya lo dijo Wittgenstein: «El cuerpo humano es el mejor retrato del alma humana».
Soy Víctor Labián Carro y a partir de mediados de septiembre estaré 10 meses viviendo en Lovaina y estudiando en KU Leuven. Estoy seguro de que será una experiencia única en la vida, de esas en las que te gustaría recoger tus vivencias en un librito de viajes, en el que el que colocas con mimo esas fotos de lugares, comidas, amigos… Pero ¿por qué no aportar a ese libro un valor adicional y que no sea únicamente una fuente de nostalgia que intensifique nuestros recuerdos? ¿Y si es de utilidad compartir esas experiencias con futuros estudiantes Erasmus de Lovaina? Pues sí, lo es y mucho, porque he de reconocer que todos los consejos, opiniones y vivencias de estudiantes en Lovaina me han ayudado en gran medida a planificar este viaje, o, al menos, esas cosas que puedes tratar de planificar en una aventura tan mágica por desconocida e impredecible. Ya no utilizamos plumas ni pegamos fotos con pegamento, pero sí que subimos a internet fotos y videos y escribimos en blogs. Es ahí donde aparece la iniciativa de ser Corresponsal Erasmus en Flandes, donde encuentro la forma de compartir ese libro aún por escribir o, mejor dicho, de aportar algo de valor a ese libro que entre todos estamos escribiendo.