¡Buenas tardes! Hoy me gustaría hablaros de una de las torres más famosas de Gante y que dota a esta ciudad de sus maravillosas vistas: el campanario Belfort. Una torre medieval de 91 metros que se levanta en pleno centro de Gante. Por cierto, es el campanario más alto de toda Bélgica y forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Es un sitio de visita obligatorio, no solo por todo lo que alberga, sus vistas desde lo más alto de la torre te dejaran boquiabierto y podrás hacer fotos maravillosas.
Un poquito de historia…
Su construcción data en 1313, cuyos planos aún se conservan en el Museo de la ciudad de Gante. A causa de las guerras y la agitación política su construcción no se terminó hasta 1380, año en el que se le añadió el dragón dorado en la cima, traído desde Brujas. Inspirado por antiguas fábulas y leyendas, este animal mitológico simboliza el guardián de la valiosa posesión, es decir, los fueros y privilegios municipales. Veremos que los dragones llevan dentro un mecanismo que les permitía escupir fuego durante las festividades, creando un gran espectáculo para los ciudadanos.
Fue en 1684 cuando el arquitecto local, Lieven Cruyl, hizo un diseño para un capitel barroco y el campanario se terminó con una aguja neogótica de hierro fundido diseñada por Louis’t Kindt que se colocó en la torre en 1851. Esta torre de hierro fue demolida entre 1911 y 1913 y fue sustituida por la actual aguja de piedra. A través de los siglos, la torre sirvió no sólo como un campanario para anunciar el tiempo y varias advertencias, sino también como una atalaya fortificada.
CUARTO DE LOS VIGÍAS
En el piso más bajo podrás conocer la Sala de los Vigías, una sala semisubterránea, alertada por cuatro vigías de piedra (uno perteneciente al gremio de San Jorge, otro al de San Sebastián, un miembro del oficio de los carniceros y un trompetista municipal). También veremos los cofres que se han mantenido excepcionalmente y que servían para guardar los documentos acreditativos de los privilegios municipales.
EL MUSEO DE LAS CAMPANAS
Las partes superiores del edificio se han reconstruido varias veces para poder albergar el gran número de campanas que no paraba de crecer y que hoy podemos visitar. Originalmente, las campanas sólo tenían a un propósito religioso, pero poco a poco adquirieron un papel más importante en la regulación de la vida cotidiana de una creciente sociedad analfabeta y que no sabía manejar cifras; indicaban el día, la noche, el horario de trabajo, etc. La campana en la torre principal, llamada Roland e izada en 1377, también se utilizaba para advertir a los ciudadanos de Gante de si un enemigo se aproximaba o para anunciar la victoria en una batalla. Como conté en el post del río Lys, Carlos V ordenó la eliminación de Roland, símbolo de la libertad de los ciudadanos y también el personaje principal del himno de la ciudad, en el que la campana advierte de fuego o llama a los ciudadanos para defender su tierra.
EL RELOJ MECÁNICO
La aparición de relojes mecánicos supuso la transición desde una regulación del tiempo natural a una aritificial. Ya en 1380 se colocó el mecanismo de madera en el campanario que se encargaba de poner en movimiento cada media hora los martillos de las apoyaduras como los de la campana Roeland.
En el último piso podrás ver las maravillosas vistas de Gante desde una perspectiva excepcional. Si miras hacia arriba verás el reloj dorado, si miras a los laterales, las fabulosas gárgolas se encuentran con las concurridas calles y las vías del tranvía.
Soy Alexandra Berruezo, la nueva corresponsal en Gante. Dejo atrás mi ciudad, Barcelona, para irme a vivir cinco meses a Bélgica (de Setiembre a Enero) y hacer de Gante mi segunda ciudad. Pero no es un reto fácil, voy a tener que meterme de pleno en su cultura y empaparme de su estilo de vida y costumbres. Difícil, pero agradable, muy agradable ya que será una experiencia única.
Estudiaré 4rto. de comunicación audiovisual en la Faculteit Politieke en Sociale Wetenschappen de la Universidad de Gante (UGent) durante el primer semestre.