Sin lugar a duda, una de las cosas que despertará tu curiosidad al pasear por el centro Gante será la presencia de un dragón dorado en la zona más alta de la torre de Belfort.
Pues bien, esta pieza tiene más de 650 años de historia. Desde que se terminara la construcción de la torre en 1377, fue colocado como símbolo de protección de los documentos oficiales de la ciudad que se guardaban en el interior de la construcción. Además, representaba los valores de deber y libertad de la ciudad.
Pese a que fue colocado en lo más alto de la torre en 1377, la leyenda todavía le atribuye más años de historia. Concretamente desde el año 1111, momento en el el rey noruego Sigrid Magnusson entregó al emperador de Constantinopla el dragón para que la pusiera en la cúpula de la Iglesia de Santa Sofía. Posteriormente, el Conde Baldwin IX trajo la pieza hasta la región de Flandes.
El dragón pesa alrededor de los 400 kilos y mide unos tres metros de largo. Si visitas el Campanario de Belfort, podrás ver la pieza anterior a la que ahora reside en lo más alto de la torre.
A día de hoy el dragón supone una atracción histórica y turística. Tanto es así que incluso la cerveza Gulden Draak utiliza la imagen del propio dragón como símbolo de la marca.
Si quieres llevarte un buen recuerdo representativo de la ciudad, puedes hacerte en el mismo Campanario con lápices, pisapapeles, espadas de madera… ¡con la imagen del dragón siempre presente!