Goedemorgen Antwerp, fueron las primeras palabras que escuche en flamenco en mi vida. A partir de ahí se fueron sumando y complicando hasta limites insospechados.
Gracias al curso EILC que ofrecia mi universidad de España, tuve la oportunidad de asistir a un curso intensivo de holandés durante tres semanas antes de comenzar el curso acaémico.
Estos cursos los ofertan las universidades españolas para estudiar lenguas minoritarias (en Bélgica, Rumania, Polonia, etc). Estas subvencionados con fondos europeos.
Hay varios cursos según las universidades, en el caso de Amberes el mejor es el de la facultad de Thomaes More, ya que no solo se estudia en las aulas, si no también hacen visitas temáticas para aprender la cultura de Flandes en general.
En mi caso, hice el que ofrecía la facultad de Linguapoils, lo cual no fue del todo acertado ya que el nivel que exigían era muy superior (B2 en T.More B1). Para alemanes y holandeses, les resultaba gracioso aprender flamenco, pero para los españoles era misión imposible. Aunque algún afortunado si aprobó.
A los futuros Erasmus os aconsejo que pidáis el curso. Para mi fue una gran experiencia, el venir tres semanas antes me sirvió para adaptarme a la ciudad sin la presión del principio de curso, y todo el jaleo de papeles que conlleva.
En el curso es donde empiezas a hacer a tus primeros amigos, está muy bien porque todos son de nacionalidades y carreras distintas. Asi no te cierras solo a españoles ni a compañeros de clase.
Ya sabeis amigos, animaros a la aventura y a hablar flamenco!