¡Las cosas que encuentra uno! Si es que sólo hay que echar a andar en cualquier dirección y prestar un poco de atención a los escaparates que nos vamos encontrando. Desde luego, el escaparate de Steen en Been no pasa desapercibido.
Esta tienda no es, ni de lejos, apta para todos los gustos. De hecho yo mismo no sé bien que pensar acerca de ella, una vez dentro sentía una vorágine de sensaciones opuestas, como pena, admiración, asombro e incluso asco en algunas ocasiones. Lo que sí es cierto es que la tienda es, cuanto menos, interesante, y ya sabéis cuánto me cuesta controlar mi curiosidad.
La tienda vende su colección como
“bellezas de la tierra y el mundo”, y es cierto que presenta piezas de una belleza conmovedora, pero pensar que, un día estos animales estuvieron vivos, transmite inevitablemente un sentimiento de pesar. Por cierto, Steen en Been significa “piedra y hueso” en español, así que os podéis hacer una idea…
De ahí que diga que algunas piezas de la
colección ofrecen una decoración un tanto macabra, si bien hay muchas otras opciones menos morbosas, como fósiles y piedras preciosas. Con todo, es francamente cautivadora la forma en que los objetos se encuentran repartidos por la tienda, como si de un gabinete de curiosidades del siglo XVIII se tratara.
A continuación os dejo el enlace a la web oficial de Steen en Been, donde podréis observar algunas piezas de su colección.